Conmemoración de todos los fieles difuntos

El Consiliario

* «Pues bien. En el día de la fiesta nacional, proclamo públicamente mi amor a Dios y España. Me siento orgulloso de ser español y católico. No hay nada más grande» (Pedro L. Llera).

* ¡Dios mío, cuánta maldad hay en el mundo! Exclaman personas bondadosas y caritativas. Es verdad hay mucho mal. Dios sacará mucho bien de ese mal que hacen los endemoniados.

* Los malos tragos que pasamos en esta vida, las tribulaciones y enfermedades… son necesarios para fortalecer nuestra fe, esperanza y caridad… Dios es infinitamente bueno. Es nuestro Padre.

* Pecado es toda desobediencia voluntaria a la Ley de Dios. El pecado puede ser mortal y venial. Pecado mortal es toda desobediencia voluntaria a la Ley de Dios es materia grave, con plena advertencia y perfecto consentimiento.

* San Juan Pablo II hablaba claro. Lo entendimos todos. Dijo que el aborto es: «Un asesinato de una criatura inocente, y toda legislación favorable… gravísima ofensa a los derechos primarios del hombre y del mandamiento divino de «No matarás».

* Muchos hombres y mujeres de nuestros días han perdido la capacidad de recogimiento, de entrar en su interior para conocer a sí mismos. Para corregir sus defectos y fomentar sus virtudes. No sonríen, no están alegres, parecen sonámbulos.

* Se dice que están atacando duramente a los obispos españoles por su silencio en el «caso Franco». No sé si los atacan duramente o débilmente. Lo que sí sé es que Franco salvó a la Iglesia Católica en España del odio satánico de los sin Dios. Que durante su régimen político, de casi 36 años, protegió y colmó de privilegios a la Iglesia. Y que Franco ha sido la persona más alabada por las jerarquía de la Iglesia, en vida y después de su muerte, en los últimos siglos.