Me han enviado varios folios que huelen a infierno.
El P. Josep Giménez Meliá, S J, en una conferencia pronunciada el día 20 de diciembre de 2012, a las ocho de la tarde, en una sala de actos del convento de Nuestra Señora de Pompeya, de los padres Capuchinos en Barcelona, negó la realidad del infierno y del demonio, como verdades divinamente reveladas.
El endiablado teólogo es doctor en teología, profesor de la Facultad de Teología de Cataluña, del Instituto de Teología Fundamental y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona. Además, colabora como profesor visitante en la Universidad Centroamericana de El Salvador y es director de la revista Selecciones de Teología y miembro del área Teológica de Cristianismo y Justicia. Para esta eminencia endiablada, sólo existe el Cielo. El infierno sólo es una posibilidad y el demonio es una personificación del mal. Al final del mundo, Dios salvará a todos, incluidos los pecadores condenados, a través de Jesús crucificado con la asociación y la participación de los “jesucristos” crucificados del mundo, los pobres, oprimidos y marginados. ¡Doctrina diabólica!
El joven que me envía estos folios infernales, con preguntas; ¿Qué hacen los superiores religiosos y diocesanos de este teólogo endiablado? Mi respuesta ha sido: no sé lo que hacen, pero si sé que si no apartan a ese antijesuita de la enseñanza oficial de la Iglesia, están colaborando en la auto demolición de la Iglesia, denunciada por Su Santidad Pablo VI.
El misterio de iniquidad está ahí. Satanás ha penetrado en la Iglesia. “estaban con nosotros, dice el apóstol, pero no eran de los nuestros” Son de la sinagoga de satanás. “¡ojo con esos perros, ojo con esos malos obreros, ojo con la mutilación!” (Filipenses 3,2)
P. Manue Martínez Cano
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El obispo de Tanger (Marruecos) no solo manifiesta sus dudas sobre la existencia del infierno, diciendo que pudiera ser un rincon de nuestras consciencias. Además se atreve a decir «el mismo espíritu Santo que iluminó el cristianismo es el que ha iluminado el Islam», para nota, vamos…