Ildefonso Rodríguez Villar
Puntos breves de meditación
sobre la vida, virtudes y advocaciones litúrgica
de la Santísima Virgen María
26ª edición, Valladolid, 1965
Comienza por recordar la historia del Pilar de Zaragoza con la venida de la Santísima Virgen cuando vivía en la tierra, a visitar al Apóstol Santiago, tal y como todos los españoles hemos oído desde niños y tantas veces hemos repetido en aquella jaculatoria: «Bendita sea la hora en que la Virgen del Pilar vino en carne mortal a Zaragoza.»
1º Bendita sea la hora. —Así lo hemos dicho miles de veces…, así lo repiten las familias cristianas y españolas a la antigua, al dar la hora del reloj… y por mucho que lo digan nunca será demasiado para bendecir a aquella hora.—,-¿ Por qué?… Detente bien a considerar lo que significa para España esta hora… y con ella esta visita de la Virgen…
El sagrado Evangelio nos habla de una visita que la Virgen hizo una vez…; fue aquella en la que santificó al Bautista y llenó de alegría y bendiciones celestiales la casa de su prima Santa Isabel… Recuerda el recibimiento que ésta hizo a la -Virgen…, aquellas palabras tan divinamente inspiradas: «¿de dónde a mí que la Madre de mi Señor venga a mi casa»?… Detente despacito…, sin prisa…, a contemplar esta escena tan hermosa…; trata de comprender y abarcar de algún modo Sigue leyendo