Padre Jesús González-Quevedo, S.I.
Salamanca, 1971
Cuando tocan a descansar y divertirse, a nadie f alta tiempo y hasta se acaban las enfermedades si es necesario. Cuando tocan a orar y trabajar, ya es otra cosa. Del gran Pío XI se cuenta que cuando necesitaba encargar un duro trabajo, daba este consejo: «Habrá que encomendársele a persona muy ocupada, porque las demás no tienen tiempo». Sigue leyendo