¡Feliz y Santa Navidad!
Pablo
Jesús crecía en sabiduría
Como señala San Lucas, cuando Jesús retorna con sus padres de Jerusalén después de que lo encontraran en el templo discurriendo con los doctores y los ancianos, “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres”. Tenemos que tener en cuenta que “como ser humano, Él no vive en una omnisciencia abstracta, sino que está enraizado en la historia concreta, en las diferentes fases de la vida humana, y esto le da una forma concreta a su conocimiento”. (Mons. Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)
Los mitos marxistas
Los mitos marxistas han sido totalmente superados y abandonados, mientras que el patriotismo y la región ortodoxa han visto un renacimiento inaudito. Pero el país no se avergüenza de su pasado, al que recupera como parte de su historia. Los símbolos comunistas no han sido retirados de sus edificios oficiales ni se han derribado las estatuas de Lenin. (José Alsina Calvés – RAZÓN ESPAÑOLA)
Batallas entre católicos y liberales
Las incesantes batallas entre católicos y liberales; que por lo mismo que el Catolicismo es la verdad y el Liberalismo la herejía. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Paternidad
Significamos por paternidad responsable que los cónyuges han de querer y pensar el hijo con amor. Habla así el Concilio Vaticano II: “Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la insigne misión de proteger la vida, que se ha de llevar a cabo de un modo digno del hombre. Por ello, la vida ya concebida ha de ser salvaguardada con extremados cuidados; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables. (Mn. José Ricart Torrens – CATECISMO SOCIAL)
“Padre de la mentira”
Alejarse de Dios es alejarse de la verdad. Dicho de otra manera: acercarse a quien fue apodado “padre de la mentira”. Puesto que realidad y verdad coinciden y que la mentira no posee entidad propia, sólo es defecto de verdad, este siniestro programa nunca se actualizará por completo precisamente por ser negación de la realidad. Pero la dimensión de su avance resulta inquietante, utilizando palabras de quien encabeza este escrito, Blanc de Saint-Bonnet, “empujamos cada vez más a las sociedades modernas fuera de la realidad”. Quizás el tiempo en que vivimos, siendo el más materialista, sea, en el sentido aquí propuesto, el menos real que ha conocido la historia. Probablemente en ningún otro tiempo anterior tantas ficciones hayan suplantado tanta naturaleza. Y ante esta sospecha, uno se pregunta: ¿cuántas ficciones más puede soportar una sociedad sin anularse, qué grado de irrealidad admite sin venirse del todo abajo? O lo que es lo mismo: ¿hasta dónde le es factible llegar al hombre en la adulteración de su ser? (Manuel Antonio Orodea – RAZÓN ESPAÑOLA)
Paz sin honra
Dirigid la vista a la bandera de la Patria, y no os traigáis, por Dios, ¡por Dios os lo pido!, una paz sin honra; y si la traéis, ¡Dios mío, desventurada de nuestra Patria! entonces, ¡que seáis malditos con una maldición especial! (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
Realeza de Cristo
Vaya el Sr. Collin con su lectura liberal de Cristo Rey. Por mi parte, como enseña Pío XI y han esclarecido diversos teólogos, filósofos y apologistas católicos, entiendo que el principio de la Realeza de Cristo no es mundano porque no proviene del mundo ni se funda en las potestades terrenas, sino que es de origen divino y por serlo se ejerce sobre todo lo creado, incluso sobre el mundo y sobre la vida humana en su plenitud. (Juan Fernando Segovia – VERBO)