Contracorriente

~ Blog del P. Manuel Martínez Cano, mCR

Contracorriente

Archivos diarios: 27 marzo, 2013

Testimonio del ciudadano norteamericano William F. Mac Carthy

27 miércoles Mar 2013

Posted by manuelmartinezcano in P. Manuel Martínez Cano, Uncategorized

≈ 1 comentario

Hace unos cuantos años, el sacerdote claretiano, ex combatiente del Tercio, Joan Corominas Pujólas, natural de Banyoles, uno de los 26 religiosos y sacerdotes salidos de aquella unidad de combatientes catalanes, único sobreviviente de todos ellos, que ejerce su ministerio sacerdotal en los Estados Unidos, envió a Mosén Salvador Nonell (e.p.d.), una carta fechada en los Ángeles, California, que le remitió a su vez el ciudadano norteamericano William F. Mac Carthy. Su texto, traducido del inglés, dice así:

 

«Rvdo. P. Juan Corominas:

 Eventualmente acabo de descubrir que hace unos años, usted y yo nos estábamos tiroteando en los frentes de España. Que actualmente usted está dando un cursillo de espiritualidad a Religiosas Hispanoamericanas. Que en el programa de televisión que Ud. presenta los domingos a las 12:30 representa más o menos la misma edad que yo. Que en la apertura de dicho programa aparece Cristo con la oveja perdida, que mira hacia los brazos del Divino Pastor. Y éste soy yo precisamente. ¡Que he sido la oveja perdida durante muchos años!

Formé parte de las Brigadas Internacionales, concretamente de la Brigada 15 del Batallón Abraham Lincoln en la compañía de ametralladoras. En   la  primera  ofensiva  de  los  Republicanos,   en  agosto  de  1937,   me encontraba en el frente de Aragón, provincia de Zaragoza. Tomé parte en la batalla de Quinto y Belchite y en Belchite fui herido. He estado afiliado al Partido Comunista de América, desde 1936 hasta 1952. Actualmente soy presidente de la sección de Piedad de la Sociedad del Santo Nombre, en la parroquia de San Felipe Neri. Y hasta hace cuatro meses, fui  presidente de dicha Sociedad. He sido, y continuo siendo miembro activo de la Tercera Orden de San Francisco.

 El pasado domingo, segundo de mes, domingo que toca la Comunión a los miembros de la Sociedad, después de la misa de 8:30 fui a dar las gracias al desconocido Padre que nos había celebrado la misa. Cuando él me dijo que era el padre Rosendo Rafael, natural de Catalunya, me quedé gratamente  sorprendido. Me presenté a mí mismo y me sinceré con él, pasando juntos unas dos horas en el Seminario Claretiano de Campston. El padre Rafael está convencido de que mi conversión hace seis años, el don gratuito de la fe, son una auténtica manifestación de la infinita caridad, misericordia y perdón de Dios para con un católico de nacimiento, ex acólito educado en el Colegio de los Padres Jesuítas de «Broo-klin Prep» Biklin, New York City. Efectivamente, fue un don especial para mi alma muerta que el tercer día de la ofensiva del frente de Aragón, en agosto de 1937 en la carretera de Quinto a Belchite formaba parte de un piquete de ejecución que disparamos con  «Dum Dums»(balas explosivas) fusilando a unos 15 o 20 jóvenes carlistas requetés.

Y por esto le escribo la presente carta. El Padre Rafael me dijo que usted por aquel entonces tendría unos 18 años y que luchaba como soldado requeté e los Ejércitos de Franco, y que muy bien podía haberse hallado en Quinto Belchite.

He pensado que si usted regresa a España, es posible que pueda llevar algo de consuelo  a  los familiares  de aquellos jóvenes que fueron fusilados por  nosotros.

Se portaron como unos valientes, llevaban el escapulario puesto y el rosario, estuvieron orando, no de rodillas sino de pie hasta el momento en que cayeron. Todos ellos miraban hacia nosotros con impresionante serenidad.  Aún parece que les estoy viendo ahora: apuestos, de porte digno, resignados y con la paz del Señor en sus almas, esperaban el momento del martirio,  bautismo de sangre, a unos diez metros de nuestros rifles.

 

Imagen

 

Para poderlos identificar mejor le diré que ocupaban la última de las pequeñas columnas a la derecha del pueblo de Quinto. Era el tercer o cuarto día de la primera ofensiva de los Gubernamentales desde que empezó la guerra en julio de 1936.

Cuando se dio la orden de fusilarlos, una chispa, la última de mi alma muerta, protestó del crimen. Y consciente o inconsciente levanté mi rifle como un buen pie sobre sus cabezas. A los diez metros de distancia, un pie sobre sus cabezas, me da la seguridad de que gracias a Dios, no disparé sobre ellos a sangre fría en aquel día lejano.

Nunca jamás, desde mi conversión, he mentido a un sacerdote. Sin embargo yo estaba allí. Yo formaba parte del piquete de ejecución.  ¡El Señor ya me ha perdonado en el Sacramento de la Penitencia! Cuando usted regrese a España podrá contar esta historia, -la valentía de aquellos muchachos y su inmediata entrada en el Cielo- a sus familiares que aún vivan, ya que puede ser un acto de caridad para ellos y para mí.

Pido al Señor que esta carta llegue a sus manos. Si aún está en Los Ángeles y quisiera hablar personalmente conmigo, estoy a su disposición.

No creo que la eventualidad de haberme encontrado al P. Rafel sea pura casualidad, sino una providencia muy especial de Dios para mí, para usted y para los familiares de aquellos muchachos.

En la misa de este domingo,  el sacerdote nos ha comentado aquellas palabras de San Pablo: <En otro tiempo, yo perseguí a la Iglesia de Cristo, pero, por la gracia de Dios, ahora soy el que soy>. Mi nombre en la Tercera Orden de San Francisco es Pablo»

 

 El P. Corominas celebró la entrevista señalada con Mc. Carthy. Este vino a España    en    1937   formando   parte    de    las    Brigadas    Internacionales, acompañado de su esposa, judía, recorriendo después varios países haciendo proselitismo comunista, hasta su conversión.

 El documento original de la carta en inglés, así como el carnet de ex combatiente  de  las  Brigadas  Internacionales,  Batallón  Abraham  Lincoln, compañía de ametralladoras, obran en el Archivo de la Hermandad. Dicha carta y demás datos, constan en el libro de Mosén Salvador Nonell, «El Laureado Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat», publicado en 1992.

Tratado a la verdadera devoción a la Santísima Virgen XIII

27 miércoles Mar 2013

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

≈ 1 comentario

Modo de discernir la verdadera devoción a la Santísima Virgen,

de la falsa y aparente

SEGUNDA VERDAD (II)

72. No hay nada entre los hombres que nos haga pertenecer más a otro que la esclavitud; no hay asimismo nada entre los cristianos que nos haga pertenecer tanto a Jesucristo y a su Santa Madre, como la esclavitud voluntaria, según el ejemplo del mismo Jesucristo, que tomó la forma de esclavo (Philip. 2,7) por nuestro amor, y el de la Santísima Virgen, que se llamó sierva y esclava del Señor. El Apóstol se llama por altísima honra Siervo de Cristo (Gal. 1,10). Los cristianos son llamados muchas veces en la Escritura Sagrada servi Christi; esta palabra servus, según lo advierte con mucha verdad un gran doctor, significaba antes esclavo, porque no se conocían servidores como los de ahora, siendo los amos servidos por esclavos o libertos; lo que el Catecismo del Santo Concilio de Trento, a fin de no dejar duda ninguna de que somos esclavos de Jesucristo, expresa con un término que no admite equivocación, llamándonos manclpia Christi; esclavos de Jesucristo.

73. Fundado en esto, digo que debemos pertenecer a Jesucristo y servirle, no sólo como servidores mercenarios, sino como esclavos de amor, que, por efecto de una gran caridad, se entregan a El y se empeñan a servirle en calidad de esclavos por sólo el honor de pertenecerle. Antes del bautismo éramos esclavos del demonio; el bautismo nos ha hecho esclavos de Jesucristo; es menester que los cristianos sean, o esclavos del demonio, o esclavos de Jesucristo.

74. Lo que digo en absoluto de Nuestro Señor, lo repito proporcionalmente de la Santísima Virgen. Habiéndola escogido Jesucristo para compañera inseparable de su vida, de su muerte, de su gloria y de su poder en el cielo y en la tierra, le ha dado por gracia, relativamente a su majestad, los mismos derechos y privilegios que El posee por naturaleza: Todo lo que conviene a Dios por naturaleza, conviene a María por gracia, dicen los Santos; de modo que, según ellos, no teniendo ambos más que la misma voluntad y el mismo poder, tienen los mismos súbditos, servidores y esclavos.

75. Se puede, pues, siguiendo el parecer de los Santos Padres y de los más grandes Doctores, llamarse y hacerse esclavo de la Santísima Virgen, a fin de ser de este modo más perfectamente esclavo de Jesucristo. La Virgen es el medio de que Nuestro Señor se ha valido para venir a nosotros; por lo mismo debe ser el medio de que nosotros debemos servirnos para ir a El. María no es como las demás criaturas, que si nos adherimos a ellas podrían más bien separarnos de Dios que aproximarnos a Dios: la inclinación más fuerte de María es unirnos a Jesucristo, su Hijo, y la inclinación más fuerte del Hijo es que se vaya a El por su Santísima Madre; y obrar así es honrarle y agradarle, como es honrar y agradar a un rey si para hacerse más perfectamente su súbdito y esclavo se hiciese uno súbdito y esclavo de la reina. Esta es la razón por la que los Santos Padres, y con ellos San Buenaventura, dicen que la Santa Virgen es el camino para ir a Nuestro Señor: El camino para llegar a Cristo es acercarse a Ella.

76. Además, si, como he dicho, la Santísima Virgen es la Reina y Soberana del cielo y de la tierra, he aquí que todo está sometido a la Virgen en el dominio de Dios; he aquí que todo se someta a Dios por el dominio de la Virgen. Si esto dicen San Anselmo, San Bernardo, San Bernardino y San Buenaventura, ¿no tiene Ella tantos súbditos y esclavos como criaturas hay? ¿Y no es razonable que entre tantos esclavos de temor los haya de amor, hombres que de todo corazón hayan elegido a María por Reina y Soberana en calidad de esclavos? ¿Pues qué? ¿los hombres y los demonios han de tener esclavos voluntarios, y no los ha de tener María? Tendrá un rey a grande honra que la reina, su compañera, tenga esclavos con derecho de vida y de muerte sobre ellos, porque la honra y el poder de él es la honra y el poder de ella; ¿y puede creerse que Nuestro Señor, que, como el mejor de todos los hijos, ha partido todo su poder con su Santísima Madre, encuentre mal que María tenga esclavos? ¿Cabe que tenga El menos respeto y amor para con su Madre, que Asuero le tenía para su Ester, y Salomón para Bethsabé? ¿Quién osará decirlo ni siquiera pensarlo?

77. Pero, ¿adonde me lleva la pluma? ¿Por qué detenerme en probar cosa tan visible? Si no se quisiera aplicar la frase de esclavo de la Virgen Santa ¿qué importa? Que lo sea y llámese esclavo de Jesucristo, pues eso será serlo de la Santa Virgen, toda vez que Jesús es el fruto y la gloria de María. Precisamente eso es lo que se hace por la devoción de que después hablaremos.

Imitación de Cristo XIII

27 miércoles Mar 2013

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

≈ 1 comentario

Capítulo 20

Del amor a la soledad y al silencio

1. Busca tiempo a propósito para estar contigo y piensa a menudo en los beneficios de Dios.
Deja las cosas curiosas; lee tales materias que te den más compunción que ocupación.
Si te apartares de conversaciones superfluas y de andar ocioso y de oír noticias y murmuraciones, hallarías tiempo suficiente y a propósito para entregarte a santas meditaciones.
Los mayores santos evitaban cuanto podían la compañía de los hombres, y elegían el vivir para Dios en su retiro.

2. Dijo uno: «Cuantas veces estuve entre los hombres volví menos hombre» (Séneca, Epístola 7). Lo cual experimentamos cada día cuando hablamos mucho.
Más fácil cosa es callar siempre que hablar sin errar.
Más fácil es encerrarse en su casa que guardarse del todo fuera de ella.
Por eso, al que quiere llegar a las cosas interiores y espirituales, le conviene apartarse con Jesús de la gente.
Ninguno se muestra seguro en público, sino el que se esconde voluntariamente.
Ninguno habla con acierto, sino el que calla de buena gana.
Ninguno preside dignamente, sino el que se sujeta con gusto.
Ninguno manda con razón, sino el que aprendió a obedecer sin replicar.

3. Nadie se alegra seguramente, sino quien tiene el testimonio de la buena conciencia.
Pues la seguridad de los santos siempre estuvo llena de temor divino.
Ni por eso fueron menos solícitos y humildes en sí, aunque resplandecían en grandes virtudes y gracias.
Pero la seguridad de los malos nace de la soberbia y presunción, y al fin se convierte en su mismo engaño.
Nunca te tengas por seguro en esta vida, aunque parezcas buen religioso o devoto ermitaño.

4. Los muy estimados por buenos, muchas veces han caído en graves peligros por su mucha confianza.
Por lo cual es utilísimo a muchos que no les falten del todo tentaciones y que sean muchas las veces combatidos, porque no se aseguren demasiado de sí mismos, porque no se levanten con soberbia, ni tampoco se entreguen demasiadamente a los consuelos exteriores.
¡Oh, quién nunca buscase alegría transitoria! ¡Oh, quién nunca se ocupase en el mundo, y cuán buena conciencia guardaría!
¡Oh, quién quitara de sí todo vano cuidado y pensase solamente en cosas saludables y divinas, y pusiese toda su esperanza en Dios, cuánta paz y sosiego poseería!

5. Ninguno es digno de la consolación celestial si no se ejercitase con diligencia en la santa contrición.
Si quieres arrepentirte de corazón, entra en tu retiro y destierra de ti todo bullicio del mundo, según está escrito: «Contristaos en vuestros aposentos» (Sal 4,5). En la celda hallarás lo que perderás muchas veces por de fuera.
El retiro usado se hace dulce, y el poco usado, causa hastío. Si al principio de tu conversión le frecuentares y guardares bien, te será después dulce amigo y agradable consuelo.

6. En el silencio y sosiego aprovecha el alma devota y aprende los secretos de las Escrituras.
Allí halla arroyos de lágrimas con que lavarse y purificarse todas las noches, para hacerse tanto más familiar a su Hacedor cuanto más se desviare del tumulto del siglo.
Y así el que se aparta de sus amigos y conocidos, estará más cerca de Dios y de sus santos ángeles.
Mejor es esconderse y cuidar de sí, que con descuido propio hacer milagros.
Muy loable es al hombre religioso salir fuera pocas veces, huir de que le vean y no querer ver a los hombres.

7. ¿Para qué quieres ver lo que no te conviene tener?
«El mundo pasa y sus deleites» (1Jn 2,17).
Los deseos sensuales nos llevan a pasatiempos; mas, pasada aquella hora, ¿qué nos queda sino pesadumbre de conciencia y derramamiento de corazón?
La salida alegre causa muchas veces triste vuelta, y la alegre trasnochada hace triste mañana. Así, todo gozo carnal entra blandamente; mas, al cabo, muerde y mata.
¿Qué puedes ver en otro lugar que aquí no veas? Aquí ves el cielo y la tierra y todos los elementos, y de éstos fueron hechas todas las cosas.

8. ¿Qué puedes ver en algún lugar que permanezca mucho tiempo debajo del sol?
¿Piensas, acaso, satisfacer tu apetito? Pues no lo alcanzarás.
Si vieses todas las cosas delante de ti, ¿qué sería sino una vana visión?
Alza tus ojos a Dios en el cielo y ruega por tus pecados y negligencias.
Deja lo vano a los vanos, y tú ten cuidado de lo que te manda Dios.
Cierra tu puerta sobre ti y llama a tu amado Jesús; permanece con Él en tu aposento, que no hallarás en otro lugar tanta paz.
Si no salieras ni oyeras noticias, mejor perseverarías en santa paz. Pues te huelgas de oír algunas veces novedades, conviénete sufrir inquietudes de corazón.

Entradas recientes →
marzo 2013
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031
« Feb   Abr »

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Unión Seglar de San Antonio María Claret

P. José María Alba Cereceda, S.I.

palba2

Archivos

Categorías

  • Artículos (1.171)
  • Artículos – Contracorriente (919)
  • Carta Dominical (118)
  • Chispicas (266)
  • Cosicas (108)
  • De Hispanoamérica (1)
  • Dominicas (266)
  • El Coladero (1)
  • El nacimiento de la España moderna (75)
  • Francisco franco (176)
  • Guerra Campos (286)
  • Hemos leído (99)
  • Hispanoamérica. La verdad (192)
  • Historia de España (57)
  • Hitos (175)
  • Imagén – Contracorriente (132)
  • La Iglesia vive de la Eucaristia (22)
  • La voz de los santos (154)
  • Magisterio (38)
  • Meditaciones de la Virgen (174)
  • Mensajes de fe (214)
  • Miguicas (265)
  • Mojones (184)
  • Mostacicas (265)
  • Noticas (10)
  • Oraciones (391)
  • P. Manuel Martínez Cano (736)
  • Padre Alba (268)
  • Palabras de Dios (94)
  • Para pensar (27)
  • Pensamientos (99)
  • Pensar es sano (111)
  • Sabaticas (266)
  • Santos (111)
  • Semillicas (265)
  • Sintonía con la jerarquia (184)
  • Uncategorized (1.327)
  • Vida mixta (13)
  • Vida religiosa ayer, hoy y mañana (22)

Ejercicios Espirituales predicados por el P. Cano

Meditaciones y Pláticas del P. José María Alba Cereceda, S.I.

Varios volumenes de apóx. 370 páginas. Precio volumen: 10 €. Pedidos: hnopablolibros@gmail.com

Twitter Papa Francisco

Mis tuits

Twitter P. Cano

Mis tuits

“Espíritu Santo, infúndenos la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia, en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente”. Padre Santo Francisco.

"Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. (Salmo 127, 1)"

Nuestro ideal: Salvar almas

Van al Cielo los que mueren en gracia de Dios; van al infierno los que mueren en pecado mortal

"Id al mundo entro y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado" Marcos 16, 15-16.

"Es necesario que los católicos españoles sepáis recobrar el vigor pleno del espíritu, la valentía de una fe vivida, la lucidez evangélica iluminada por el amor profundo al hombre hermano." San Juan Pablo II.

"No seguirás en el mal a la mayoría." Éxodo 23, 2.

"Odiad el mal los que amáis al Señor." Salmo 97, 10.

"Jamás cerraré mi boca ante una sociedad que rechaza el terrorismo y reclama el derecho de matar niños." Monseñor José Guerra Campos.

¡Por Cristo, por María y por España: más, más y más!

www.holyart.es

Blog de WordPress.com.

  • Suscribirse Suscrito
    • Contracorriente
    • Únete a otros 279 suscriptores
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Inicia sesión.
    • Contracorriente
    • Suscribirse Suscrito
    • Regístrate
    • Iniciar sesión
    • Denunciar este contenido
    • Ver el sitio en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra