Un amigo le preguntó cierto día a Samuel Morse, inventor del telégrafo que lleva su nombre:
-Profesor, mientras investiga ¿ha llegado alguna vez a una situación en que no sabe cuál es el siguiente paso?
-Sí, más de una vez. Le voy a hacer una confidencia que todavía no he contado a nadie. Siempre que no veo con claridad el camino, me arrodillo y le pido a Dios que me dé luz y entendimiento.
-¿Y se aclara con ello?
-Sí. Y le puedo asegurar que cuando me llegan grandes honores por los inventos que llevan mi nombre, nunca pienso que los merezco. He realizado una valiosa utilidad de la electricidad, pero no porque sea superior a los demás, sino porque Dios quiso que se supiera; y debía revelárselo a alguien, siendo yo el agraciado con esa revelación.
ORACIÓN POR LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS
Dios nuestro, que en tu misteriosa Providencia has querido asociar tu Iglesia a los sufrimientos de tu Hijo, concede a los fieles que sufren persecución a causa de tu Nombre, el don de la paciencia y de la caridad, para que puedan dar testimonio fiel y creíble de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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