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Obispo de Cienfuegos (Cuba)

Eminentísimo Sr. Cardenal D. Isidro Gomá y Tomás, Primado de España-Pamplona.

Eminentísimo Señor:

Por las presentes tengo el honor de acusar recibo a V. E. de la Carta Colectiva que tuvo la bondad de enviarnos. Por estar ausente de nuestra Diócesis no habíamos contestado antes a V. E., lo que sabrá perdonar por la gloria de Dios y de la Grande España.

Dios quiera que el final glorioso del esfuerzo nacional llegue cuanto antes y surja la España católica de siempre, más fuerte, ágil, aguerrida y luchadora, para modelo y sostén de los jóvenes pueblos de nuestra América española, para valladar de la ola comunista en Europa; modelo, sostén y valladar en nuestros días contra el comunismo, como antes lo fuera contra los turcos, moros y protestantes.

A los nuevos mártires de nuestra Santa Madre la Iglesia de España, al Ejército glorioso que arrastró al pueblo a la lucha contra el mal de todos, al Episcopado español, prudente y celoso en las dificilísimas circunstancias de los últimos tiempos; al heroísmo del soldado cristiano y de la buena mujer española, en las trincheras y en la retaguardia constructiva, vaya nuestro tributo de ferviente y espontánea adhesión, y sea nuestro augurio que el Sagrado Corazón se alce de nuevo en el corazón de España sobre pedestal de magnífico monumento, proclamado Rey de España, y que quiere de nuevo ser su Rey, como lo es del mundo.

Dígnese Vuestra Eminencia, así como los Excmos. Señores Obispos españoles, aceptar el homenaje de nuestra profunda simpatía por la Causa que representáis y nuestra incondicional adhesión a los propósitos cristianísimos que han inspirado vuestro brillante, histórico y solemne Documento.

De Vuestra Eminencia y de Nuestros Hermanos en el Episcopado, devotísimo en Cristo, † Eduardo, Obispo de Cienfuegos.

Cienfuegos, República de Cuba, a 30 de noviembre de 1937.