Pedro: Debemos levantar la voz al máximo volumen posible, para que los españoles y sobre todo los jóvenes, lean lo que afirmaron los papas, Nuncios, Cardenales y obispos sobre la guerra entre los españoles de los años 1936 al 1939. Se están difundiendo tantas mentiras y calumnias que es de justicia que gritemos a los cuatro vientos, al mundo entero, la verdad histórica de la última Cruzada de los católicos españoles.
Salome: Me temo que algún despistadillo nos diga que ya está bien de hablar y escribir de este tema, pero mi respuesta es que nuestro blog no es ni una gota de agua en un inmenso océano de errores, mentiras y calumnias. El 14 de septiembre de 1934, Pio XI dijo a un grupo de 500 refugiados españoles presididos por cuatro obispos: “Es todo un alarde de cristianas y sacerdotales virtudes de heroísmos y de martirios en todo el sagrado y gloriosos significado de las palabras, hasta el sacrificio de las vidas más inocentes de ancianos venerables, de jóvenes en su primera lozanía, hasta la intrépida generosidad que pide un puesto en el carro y con las victimas que está esperando el verdugo”.
Santiago: El 30 de septiembre de 1936, el obispo de Salamanca en su pastoral “Las dos ciudades”, afirma que nuestra guerra fue una Cruzada y por eso, los Prelados españoles y el mismo Romano Pontífice bendijeron a los católicos del Movimiento Nacional, capitaneado por el Generalísimo Franco.
Judit: Gomá, dirigiéndose a sus diocesanos, el 23 de noviembre, decía: “Esta cruentísima guerra es, en el fondo una guerra de principios, de un concepto de la vida y del hecho social contra otro, de una civilización contra otra. Es la guerra que sostiene el espíritu cristiano y español contra otro espíritu, ese espíritu puede llamarse que quisiera fundir todo lo humano (…) en el mal del materialismo marxista”
Pablo: Los católicos españoles se levantaron contra la barbarie del marxismo ateo y sus herederos socialistas y comunistas, a los que se unieron anarquistas y materialistas de todas las sectas. La única esperanza para los auténticos hijos de la España católica, era el Movimiento Nacional, como afirmara el obispo Isidro Gomá: “hoy por hoy no hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la paz y los bienes que de ellos se desvían que el triunfo del Movimiento Nacional”.
Rut: El Vicario de Cristo en la tierra, Su Santidad Pio XII ratificó lo que Pio XI y los obispos y cardenales españoles habían afirmado. El 16 de abril de 1939 en su mensaje “Con inmenso gozo”, y afirmaba el Papa: “”Los designios de la Providencia, amadísimos hijos, se han vuelto a manifestar sobre la heroica España (…) El sano pueblo español se alzó decidido en su defensa de los ideales de fe y civilización cristianas, profundamente arraigados en el suelo fecundo de España y ayudado por Dios supo resistir el empuje de los que… en realidad no luchaban sino en provecho del ateísmo”.
Andrés: Hay que decirlo, repetirlo, ratificarlo: La guerra española de los años 1936-1939 fue bastante más que una guerra civil, lucha de clases o disputa política. No se trataba de democracia o dictadura. Fue una guerra de los hijos de Dios contra los hijos de las tinieblas.
María: Los enemigos de la España Católica, presentan al Generalísimo Franco como enemigo de los republicanos españoles y un asesino en la estela a de Hitler. Nada más contrario a la realidad histórica y a la vida militar, política y privada de Franco.
Desde los primero informes del Cardenal Gomá a la Santa Sede, en especial a partir de octubre de 1937, el cardenal afirma: “Quien tiene mejores antecedentes en es este punto (de creencias religiosas) es el Generalísimo Franco, católico practico de toda la vida (…)
Mi impresión como persona es que será gran colaborador de la obra de la Iglesia, desde el alto sitio que ocupa”. Y así fue: Ningún jefe de Estado ha dado y defendido más a la Iglesia de Cristo que Francisco Franco Bahamonde, de ahí el odio visceral y endiablado que le tienen todos los hijos de las tinieblas.
Magdalena, Presidenta
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