Estuve con los Jóvenes de San José la noche del sábado en las periferias existenciales de Barcelona: Hombres y mujeres que viven en las calles o lugares miserables de la ciudad condal. Personas sin trabajo que reciben con mucho cariño y entusiasmo a los jóvenes que les llevan comida, ropa y, sobretodo, el amor cristiano, de la virtud teologal de la caridad, que nos  hace a todos hermanos. Hermoso apostolado que debería extenderse a otras provincias españolas.

jovenes de san joseHablé con varias personas que hacían cola para recoger su comida. La mayoría eran de Barcelona, pero había también de Lugo, Oviedo, Burgos, Ciudad Real, Cuenca; y de otros países: Holanda, Suiza, Marruecos, Brasil, Perú y Bolivia. Todos contentos y felices y muy agradecidos a los Jóvenes de San José. Me hubiera gustado que las televisiones hubieran transmitido la cara de alegría de un anciano que recogía una manta. Impuse varios escapularios y repartimos medallas milagrosas. Al final, un joven les predicó una plática.

Estos jóvenes son dignos de admiración. Este es el apostolado que pide el Santo Padre Francisco. Ante un mundo que se está pudriendo por un hedonismo bestial con el botellón, las drogas, los espectáculos pornográficos, los Jóvenes de San José están hasta las cuatro de la madrugada trabajando por Cristo y su Iglesia. Por la salvación de las almas.

¿De donde han salido estos Jóvenes de San José? Los fundadores fueron educados y formados en el Colegio Corazón Inmaculado de María, fundado por el Padre José María Alba Cereceda SJ, un jesuita rebelde de la estirpe de San Ignacio, que hubiera entusiasmado al Santo Padre Francisco si se hubieran conocido. Con su Lammbreta recorría los barrios de Barcelona: las periferias geográficas y existenciales; de su dinámico apostolado, nacido de sus largas horas de oración, se dice que han salido más de cien vocaciones: de la Unión Seglar de San Antonio María Claret, la Asociación Juvenil de la Inmaculada y San Luis Gonzaga, los Ejercicios de San Ignacio, los retiros, los cenáculos, colonias, campamentos, colegio, peregrinaciones, Adoración Nocturna (hoy se conservan catorce turnos fundados por el P. Alba). Entre las vocaciones veintitrés son de vida contemplativa. En Perú hay cuatro misioneros de Cristo Rey pescados por el P. Alba en cuatro barrios distintos y distantes de Barcelona.

Los Jóvenes de San José cuentan con una nueva sección: Los Hijos de San José. Hombres y mujeres, jóvenes y niños que apoyan la acción directa con oraciones y sacrificios. Cualquier lector puede apuntarse y el Señor le bendecirá.

                                                                                                              P. Manuel Martínez Cano, mCR