19 -De nuevo esta pregunta: ¿el liberalismo causa el matrimonio civil, el libertinaje de costumbres, el divorcio, el aborto y otras calamidades similares?

-Es doctrina de la Iglesia. Y Pablo VI lo ha reiterado: «Algo falta en la base de la construcción de la ciudad humana, y son los principios. Los principios verdaderos e insustituibles del humanismo auténtico, los principios de la sabiduría cristiana, sin los cuales no se sostiene a la larga el edificio de una sociedad progresiva» (26-1-1969).Y lo que niega los principios verdaderos es el sistema liberal, tanto en el individuo como en el Estado.

catecismo socialY éste no debe ser neutral ante lo que engloba valores trascendentes. Y es el liberalismo el que abre todas las compuertas de las legalidades divorcistas, abortistas e inmorales. Por esto Pablo VI ha recordado: «Corresponde a las autoridades políticas buscar el bien común de la sociedad; es decir, constituye su cometido promover y mantener condiciones externas tales que puedan ofrecer a los ciudadanos y a sus familias orden y felicidad, basados sobre aquellos valores humanos que forman el contenido mismo de la civilización. Las autoridades políticas tienen, por tanto, el deber y el poder de defender a los individuos, las familias y toda la sociedad de los peligros inherentes a la difusión y penetración de la pornografía». (Carta del Secretario de Estado, en nombre del Papa, a la Presidenta Honoraria de la Unión Internacional para la acción moral y social del Vaticano, 25-X-1971.)

20 -En realidad, ¿cuáles son las causas que provocan el divorcio?

-Las causas más alegadas en los procesos del divorcio son el adulterio, las separaciones prolongadas, las faltas contra el matrimonio. Con más frecuencia en los matrimonios con diferencias notables de edad. El alcoholismo predomina en matrimonios de clase media y trabajadora, y el adulterio en las clases llamadas elevadas. Las víctimas del divorcio son los hijos. En los Estados Unidos, medio millón de hijos -dos tercios de los cuales tienen menos de diez años- presencian el divorcio de sus padres. La mujer es la otra víctima del divorcio. Muchas mujeres divorciadas buscan el refugio en el psicoanálisis y también en el alcohol. El porcentaje de mujeres suicidas es tres veces superior en

las divorciadas al índice de las mujeres casadas.

Es cosa estadísticamente cierta que los divorcios aumentan en los países que lo legalizan.

21 -En muchas naciones se despenaliza el adulterio, el incesto, el amancebamiento, la homosexualidad ...

-Es una quiebra más de nuestra sociedad. Ningún Estado, aparte de su sistema político, debe prescindir de las normas objetivas del Decálogo. Y lo que jurídicamente se tolera, no se hace bueno moralmente. Lo lógico es que lo jurídico reconozca el Decálogo y no que se le quiera evaporar. La despenalización de estos gravísimos desórdenes morales gritan contra la sustancial ilicitud jurídica, que procede del Derecho Natural, obligatorio no solamente en la vida privada sino también en las estructuras de una sociedad que no se derrite en un Código «desmoralizado». Con Pablo

VI repetimos: «Cuanto más olvidado y hasta menospreciado parece estar el derecho, más evidentes se hacen su grandeza, y su absoluta necesidad para la vida común y ordenada de una sociedad» (10-IX-1973).