El día 11 de abril el Padre Santo Francisco nos dijo que tenemos que aprender a luchar contra las tentaciones del demonio, que tenemos que imitar a Cristo: “la vida de Jesús ha sido una lucha. Él ha venido a vencer el mal, a vencer al príncipe de este mundo, a vencer al demonio”. Hemos de combatir los nobles combates de la fe siempre, pues, como dice un buen amigo, el hombre no es solo cuerpo y alma, el hombre es cuerpo, alma y concupiscencia. Y ahí está la lucha con el demonio. Da tranquilidad saber que no puede tentarnos por encima de nuestras fuerzas. Dios nos da siempre su gracia para vencerlo, pero hay que combatir, como hicieron los santos.

infiernoDice el Papa que el demonio nos combate porque no quiere que seamos santos, no quiere que demos testimonio cristiano, no quiere que seamos discípulos de Jesús. Varias veces nombra al demonio el Vicario de Cristo. Al terminar una homilía se preguntó a sí mismo: “Pero padre que antiguo es usted: ¡Hablar del demonio en el siglo XXI! El Santo Padre contesta: Pero ¡mira que el diablo existe! El diablo existe ¡también en el siglo XXI! Y no debemos ser ingenuos ¿eh? Debemos aprender del Evangelio como se lucha contra él.”

A unos judíos que presumían de ser hijo de Abraham, Jesús les dice que no son hijos de Abraham, ni de Dios, sino hijos del diablo: “Vosotros tenéis por padre al diablo, y queréis hacer los deseo de vuestro padre. El es el homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque la verdad no estaba en él. Cuando habla la mentira, habla de lo suyo propio, porque es mentiroso y padre de la mentira.” (Jn 8, 44-45).

Los que mienten tienen por padre al diablo, lo dice el Señor. Sabemos que en lo de la ley el aborto se ha mentido mucho. Y vosotros sabéis otras cosas. Prudencia. El Papa nos lo recuerda muy a menudo. Hay que combatir.

P. Manuel Martínez Cano, mCR