Obispo de TERUEL y ALBARRACIN. El Boletín Oficial de estas Diócesis, diciembre 1975, reproduce el Testamento de Francisco Franco (págs. 389-90). «… Caudillo de la Patria y cristiano ejemplar». (Telegrama del Obispado al Consejo de Regencia: Boletín citado, pág. 390). …«Este no es momento ni lugar para elogiar ni para enjuiciar». (…). «Aleccionados por el ejemplo de su vida sencilla y austera, dedicada, consagrada totalmente al servicio de la Patria, pedimos, agradecidos a su último mensaje, que el Señor acepte complacido y benigno la obra de su fiel servidor Francisco Franco, que ni en vida ni en muerte se avergonzó ni disimuló su fe cristiana, que siempre se profesó creyente, privada y públicamente, e hijo fiel de la Iglesia, y quiso hacer la voluntad de Dios que le destinó a tan altos y responsables puestos en su pueblo. (…).
«Ojalá que la muerte cristiana y ejemplar de nuestro Jefe de Estado sea para lodos los españoles una fuerte llamada, una eficaz gracia actual de Dios, en este Año Santo de renovación interior, de conversión profunda, de reconciliación. Este sería su último y perenne mensaje en las cercanías de la Navidad, ya que nos tenía acostumbrados a aquellos mensajes de fin de año. Atención, pues, españoles, con su muerte nos habla el Jefe del Estado español». (Homilía: Boletín citado, págs. 392, 393.) Obispo Administrador Apostólico TUY-VIGO. «…En estas horas luctuosas confiamos en que Cristo hará partícipe de su gloria a Francisco Franco, el hombre creyente que miró los acontecimientos sabiendo que todo era conducido por la mano de la Providencia, aunque no cejara en poner los medios conducentes a lograr su objetivo de engrandecer a su Pueblo; el hombre creyente que se manifestó y vivió como católico, con honestidad y limpieza de conducta ejemplares, con lealtad y total entrega a su Patria; el hombre creyente que quiso acertar en la aplicación de los principios cristianos a su actuación de gobernante. Por si fueran poco convincentes las manifestaciones de cristiano que dio a lo largo de su vida, ahí está su mensaje último como testimonio de fe, de esperanza y de amor virtudes teologales que acreditan el vivir cristiano. (…) Una muerte es para los cristianos signo de esperanza. Lo es excepcionalmente la muerte de Francisco Franco. Por lo que él fue y por lo que él hizo. Por su vida de creyente esperamos que el Señor le haya recibido definitivamente en su paz. Por su vida de ciudadano esperamos que esta España, a la que él amó apasionadamente, sea fiel a sus deseos de constituir una comunidad en la que todos, unidos, tengan cabida y participación»… (Homilía: Boletín Oficial del Obispado, diciembre 1975, pags. 475, 476, 477.)
Post mortem Francisco Franco: obispos Teruel y Tuy-Vigo
30 miércoles Jul 2014
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