Suplica por las vocaciones

Los primeros discípulos -Andrés, Simón, Santiago, Juan- te siguieron, Señor, inmediatamente, sin la menor resistencia, sin condiciones. Dejan las barcas, las redes y demás aparejos de pescar… y se van contigo. Tú prometes hacerlos, como recompensa, el más alto servicio: pescadores de almas. Siguen faenando todavía en todas partes por donde van a vivir. Pero ya va a ser otra la intención, va a ser otra la manera de vivir y trabajar.vocaciones

Por eso, hoy Señor, te queremos pedir todos, que tu «ven Sígueme» no haya cambiado designo. Hoy continúas llamando con igual prisa, con la misma amorosa insistencia. Y yo ciertamente podría dejar muchas cosas, para adentrarme más en Ti, haciendo lo que habitualmente hago para ganarte almas., para ganarte misioneros, para ganarte vocaciones, para ganarte un poco más mi corazón. Tú que sabes hacer milagro sin que se vean, haz que fructifique cualquier mínimo esfuerzo que yo realice con vistas a la salvación del mundo. Que alcance para mi Asociación, para mi familia, para mí mismo una nueva generación de almas entregadas, que ninguna fatiga les deprima, que ningún desengaño les envejezca, que ninguna dificultad les ha­ga perder de vista el horizonte de conquistar las almas contigo para así entrar en la gloria del Padre en tu compañía. Oh, Jesús, danos una ambición iIimitadísima de conquista. Que no sea esclavo de las mil conveniencias humanas, que por tu amor me pueda mortificar con ingeniosa facilidad en mil ocasiones de la vida, para alimentar un ardoroso deseo de que todos sin excepción te lleguen a conocer, a desear, a amar. Oh, Jesús mea ni última petición, que descubra la Adoración Nocturna, para alimentar así ser pescador de almas por el mar sin orillas de tu ansia redentora.

Reunión de grupo

La reunión de grupo, es el contacto de una hermosa amistad natural, espontánea, libre, rectamente elegida, en la que todos sintonizamos, que se eleva al nivel de lo sobrenatural, por el contenido, por las motivaciones que la mueven, por los frutos apostólicos que se obtienen y por el empuje que me fuerza para mi santificación. Con mis hermanos de reunión la proximidad del amor de Jesús más intensa. «Cuando dos o más se reúnen en mi nombre Yo estoy en medio de ellos». Eso ha de ser mi reunión de grupo.

Rvdo. P. José María Alba Cereceda, S.I.
Meridiano Católico Nº 97, mayo de 1986