Capítulo 42

Que no debemos poner nuestra paz en los hombres

Jesucristo.– 1. Hijo, si buscas la paz en el trato con alguno para tu entretenimiento y compañía, te hallarás inconstante y sin sosiego.
Pero si vas a buscar la Verdad que siempre vive y permanece, no te entristecerás por el amigo que se fuere o se muriere.Jesus-con-doctores
En mí ha de estar el amor del amigo, y por mí se debe amar cualquiera que en esta vida te parece bueno y mucho amas.
Sin mí no vale ni durará la amistad, ni es verdadero ni limpio el amor que yo no enlazo.
Tan muerto debes estar a semejantes aficiones de los amigos, que habías de desear (por lo que a ti te toca) vivir lejos de todo trato humano.
Tanto más se acerca el hombre a Dios cuanto más se desvía de todo gusto terreno.
Y tanto más alto sube a Dios cuanto más bajo desciende en sí y se tiene por más vil.

2. El que se atribuye a sí mismo algo bueno, impide que la gracia de Dios venga sobre él, porque la gracia del Espíritu Santo siempre busca el corazón humilde.
Si te supieses perfectamente anonadar y desviar de todo amor creado, yo entonces te llenaría de abundantes gracias.
Cuando tú miras a las criaturas, pierdes de vista al Creador.
Aprende a vencerte en todo por el Creador, y entonces podrás llegar al conocimiento divino.

Cualquier cosa, por pequeña que sea, si se ama o mira desordenadamente, nos estorba gozar del Sumo Bien y nos daña.