Os voy a trasmitir mis súplicas, para que todos os unáis a la plegaria en la génesis y desenvolvimiento de mi oración.
Aldehuela
La profesión definitiva de Lourdes del Corazón de Jesús con toda la emoción y enorme sencillez de las cosa grandes, levanta constantemente mi petición, no sólo por su perseverancia, sino por la continuidad del tesoro de las vocaciones a la vida contemplativa y al sacerdocio. La corona sacerdotal de la misa Concelebrada con la que el Señor la regalo, estaba aclamando al cielo esa misma plegaria.
Cartuja de Aula Dei
Allí dejamos para la primera prueba de su vocación a Fco. Javier Sedano. La familia, España, la Unión Seglar, cada uno de nosotros se salvará por la oración. Con los monjes rezando en el coro la Hora de Nona brotaba como letanía de mi corazón esa misma plegaria. Danos Señor apóstoles y hombres de oración.
Casa de Ejercicios
La Congregación de Religiosas de Ntra. Señora del Pilar y Santiago Apóstol, nació del celo incansable de un sacerdote de la Seo de Urgell, canónigo después de Zaragoza, D. José Canals Codina. Era miembro de la Asociación de Sacerdotes de S. Antonio Mª Claret y me distinguió a mí con su particular afecto. Aquellas religiosas guardan incólume su memoria y lo que más vale: la integridad de su doctrina y su caridad. ¡Oh Señora, que nuestros sacerdotes no se dobleguen ante el mundo, y se olviden de sí en el ejercicio de la caridad!
Viaje de regreso
El viaje es una buena ocasión de contemplar, de soledad sonora con Dios. Un bautizo de un nuevo hijo con que el Señor nos regaló el tres de Octubre. La feliz salida de la operación del recién nacido del matrimonio Santos-Poquet. El sacrificio anónimo de quienes se renuncian para que todo sea posible. El Colegio y Casa apostólica de Sentmenat. Todo este horizonte de las tres dimensiones del alma se presentaba en mi alma: para elevarla a consagrar la Unión Seglar y a cada uno de vosotros para que una efusión de amor del Sagrado Corazón lo invada todo y nos convierta en mínimos colaboradores del Reino de Dios, que es la Iglesia, en la maravilla terrena de la Jerusalén celestial. Ser comunidad de nueva cristiandad en la Santa Iglesia en medio del mundo. Amén.
Rvdo. P. José María Alba Cereceda, S.I.
Meridiano Católico Nº 111, octubre de 1987