Dalmacio Negro, católico integral y uno de los mejores intelectuales de España, ha escrito: «La historia es imprevisible. Sin embargo, de acuerdo con la realidad histórica, el porvenir de la civilización europea depende de la Iglesia. Pues Europa debe su singularidad espiritual a la fe cristiana y la física a la autoridad del Papado». Necesitamos un ejército de obispos, sacerdotes, religiosos y seglares que combatan los nobles combates de la fe, a lo San Pablo; como Monseñor José Guerra Campos, que en el cielo está, y Monseñor José Antonio Reig Pla, que en Alcalá de Henares está.
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Se está escribiendo mucho sobre la masonería. La confusión es enorme. Los católicos tenemos la luz que nos ilumina, el magisterio pontificio. En la encíclica Humanun Genus, el papa León XIII, dice:»Esta Sede Apostólica denunció y proclamó abiertamente que la masonería, constituida contra todo derecho divino y humano, es tan perniciosa para el Estado como para la religión cristiana. Y amenazando con las penas más graves que suele emplear la Iglesia contra los delincuentes, prohibió terminantemente a todos inscribirse en esta sociedad».
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A una señora de la limpieza le dije, que estaba dejando el pasillo reluciente:»Padre, dice:¡cuanta alegría me da que me diga eso!»Maridos, padres, hijos, hermanos, las mujeres que Dios os da en vuestras familias, están sedientas de cariño. Amarlas con un corazón tierno.
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A un sacerdote que reclamaba para los políticos , el derecho a obrar en conciencia, le dije que no basta decir «en conciencia». Los profesionales de la política, y los votantes, tienen que gobernar y votar, con conciencia recta y verdadera. Como enseña el Magisterio de la Iglesia. Yo no voto.
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Dice Alfa y Omega, que la ley de educación del PP es peor que la de Zapatero. ¿Cómo se explica eso?. Hace tiempo que vengo diciendo, que el jefe supremo de todos estos partidos políticos es el mismísimo demonio que, por treinta días de bienestar material, se los lleva después al infierno, para que sufran eternamente.
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Laicidad y laicismo es lo mismo: ateísmo político. Dicen que la laicidad deja en libertad a las religiones y el laicismo no las permite, las persigue. Lo mismo da , para laicismo y laicidad, no hay Dios. Dios ni se ha revelado, ni se ha hecho hombre, ni ha fundado ninguna Iglesia. Es un cuento de clérigos, para someter a los pueblos.
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El verdadero Dios es el hombre libre, que ha creado el dios auténtico: la democracia; nuestra madre, nuestra esposa, nuestra inmortalidad terrena. Todas las religiones tienen que ser destruidas o someterse a nuestra diosa democracia.
Sí, la democracia es puro y duro ateísmo.

Padre Cano m. C. R.