Lee esta hoja con el mayor interés. Es de suma utilidad y trascendencia lo que en ella se dice. Haz que la lean otros. Diles que te la devuelvan y guárdala para poder repasarla de tiempo en tiempo.

Es lastimosa, y por muchos lamentable, la ignorancia de una gran mayoría de cristianos que no saben que además del Sacramento de la Penitencia o Confesión, hay otro medio facilísimo para que el alma recupere la gracia perdida por el pecado mortal. Este medio sumamente fácil y asequible a todos, es EL ACTO DE CONTRICIÓN, o sea, el acto de amor a Dios.cruz

¿Qué es el acto de contrición?

Es el dolor de los pecados cometidos porque son ofensas a Dios, que es nuestro Padre, infinitamente bueno y amable.

Condiciones que ha de tener el acto de contrición

1) El dolor ha de ser sincero, esto es, de corazón.

2) Que haya aborrecimiento del pecado.

3) Propósito de no querer pecar más contra Dios que es Bondad Infinita.

Breve fórmula del acto de contrición

DIOS MÍO: OS AMO MAS QUE TODAS LAS COSAS. ME PESA DE HABEROS OFENDIDO POR SER VOS QUIEN SOIS INFINITAMENTE BUENO Y DIGNO DE SER AMADO.

Efecto del acto de contrición.

Es tan grande la eficacia del dolor de contrición que tiene la fuerza prodigiosa de obtener el perdón al mayor pecador, en el mismo instante en que se arrepiente de haber ofendido a Dios infinitamente bueno. De manera que el pecador queda perdonado inmediatamente que hace el acto de contrición, antes de recibir la absolución sacramental. Dice Jesucristo: «El que me ama será amado por mi Padre, e iremos a Él y haremos en Él nuestra morada».

Aclaraciones

1) Téngase presente que aunque el acto de contrición perdone in-mediatamente todos los pecados mortales, queda la obligación de declararlos en la confesión. Si teniendo este propósito le sorprendiera la muerte sin poder confesarlos, habiendo hecho el acto de contrición es cierto que se salvaría.

2) Es verdad que con el acto de contrición se recupera en seguida la gracia y la amistad de Dios, antes de la absolución del sacerdote. PERO NO DA DERECHO A COMULGAR SIN ANTES CONFESARSE.

3) Si en verdad quieres hacer un acto de contrición, ya lo tienes he cho. Ten esta seguridad, aunque no lo sientas. A Dios le basta que tengas la voluntad de arrepentirte de verdad.

4) El acto de contrición vale aunque el pecador no se confiese inmediatamente. Pero, en todo caso, siempre es mejor cumplir la obligación de confesarse lo más pronto posible.

5) La utilidad del acto de contrición alcanza su valor máximo a la hora de la muerte. Especialmente en las circunstancias de la vida moderna, en que abundan tanto las muertes repentinas y los accidentes.

Explicada la importancia del acto de contrición, si te encuentras con un enfermo grave o moribundo, mientras van a buscar al sacerdote, inspírale junto al oído y también sobre su frente, con voz clara y pausada, un acto de contrición breve, como el que hemos indicado. A que te parezca que no te oiga, ni aun parezca que no tenga conocimiento, por caridad, repítele el acto de contrición. Aquella alma te lo agradecerá eternamente, contribuirás a la obra más! trascendental que es la salvación de las almas, darás mucha gloria a Dios y harás que no se pierda la Sangre Preciosísima de Nuestro Señor Jesucristo que derramó en el Calvario para la Redención del género humano.

Recientemente ocurrió este caso: Francisco estaba que se moría. Acudió el cura a su casa; pero dos buenos mozos rodearon la escalera para plantarse abajo. «He sabido que vuestro padre no está bien», dijo el cura. Ellos guardaron silencio. «Quizá le agradaría que yo le hiciese una visita. -Mi padre no le ha llamado a usted, ni le necesita, dijo el uno rudamente. -Vuestro padre, os lo repito, me necesita, pues hace 30 años que ni pisa la iglesia ni se confiesa. -No subirá usted, gritó el otro; lo dejará usted tranquilo, ¿me entiende? No dé usted un solo paso más; porque si fuere preciso, yo le echaría a usted a la calle». Y enseñó el puño.

Una media hora más tarde, iba el cura a casa de Adolfo: «Adolfo, ¿tú velas a Francisco? -Sí, señor cura. -¿Y qué tal está? -Mal, señor cura, no puede durar un día más. -Entendido, ¿pero respecto de Nuestro Señor? -Francisco no habla nada. -Escucha, Adolfo; tú que eres cristiano no puedes tolerar que se vaya como un perro. Yo no puedo llegar a él. -Lo sabía, señor cura. -Háblale tú de Dios y de su alma y de su eternidad. Dile que yo no puedo acercarme a él; exhórtale a que pida perdón a Dios de sus pecados; reza con él el acto de contrición, explicándole que Dios se lo perdona todo. ¿Comprendido?» Al cabo de tres horas, Francisco solloza en su cama: «¡Oh, Adolfo, cuánto he pecado! Quisiera confesarme, pero no quieren dejar entrar al cura». Adolfo le enjugó las lágrimas que le corrían por las mejillas; a continuación, se secó sus propios ojos. Me manda decir el Sr. cura que Nuestro Señor te lo perdona todo. -¡Oh!, ahora estoy tranquilo; Adolfo, rézame un poco el acto de contrición». Y moviéronse los labios de Francisco siguiendo la oración. A los dos días, los hijos de Francisco enterraron su cuerpo: lleváronlo en derechura al cementerio, sin cruz, sin sacerdote, sin rezos: como un perro. Él, empero, había muerto en estado de gracia santificante, y había sido acogido con ternura por Nuestro Señor.

APRENDAMOS Y RECEMOS SIEMPRE EL ACTO DE CONTRICIÓN

Acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas eternas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

«LA VIRGEN ES GRACIA DONDE NO HAY GRACIA; ES EL ADVIENTO DONDE NO EXISTE NAVIDAD» dice monseñor Fulton J. Sheen, el obispo de la televisión. ¿Por qué cada mañana y cada noche no pides la GRACIA y la NAVIDAD para tu alma con el rezo feliz de las TRES AVEMARÍAS?

Obra Cultural
Laura, 4 – Barcelona-10