Contracorriente

~ Blog del P. Manuel Martínez Cano, mCR

Contracorriente

Archivos diarios: 25 marzo, 2015

Imitación de Cristo 107

25 miércoles Mar 2015

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

≈ Deja un comentario

Capítulo 10

Que no se debe dejar fácilmente la sagrada comunión

imitación 2Jesucristo.– 1. Muy a menudo debes acudir a la fuente de la gracia y de la misericordia divina, a la fuente de la bondad y de toda pureza, para que puedas sanar de tus pasiones y vicios, y merezcas hacerte más fuerte y más despierto contra todas las tentaciones y engaños del demonio.
El enemigo, sabiendo el grandísimo fruto y remedio que hay en la sagrada comunión, trabaja cuanto puede, sin perder medio ni ocasión, por retraer y estorbar a los fieles y devotos.

2. Porque luego que algunos piensan en prepararse para la sagrada comunión, padecen peores tentaciones de Satanás que antes.
Este espíritu maligno «se mete entre los hijos de Dios», como se dice en el libro de Job (1,7), para turbarlos con su acostumbrada malicia, o para hacerlos excesivamente tímidos y perplejos, y de este modo entibiar su devoción o quitarles la fe con sus acometidas, para que dejen tal vez del todo la comunión o se lleguen a ella con tibieza.
Mas no debemos cuidar de sus astucias y tentaciones, por más torpes y espantosas que sean, sino rechazar contra él mismo los fantasmas abominables que nos representa.
Despreciarse debe este desdichado y burlarse de él, y no dejar la sagrada comunión por todas sus acometidas y por las turbaciones que levantare.

3. Muchas veces estorba también la demasiada ansia de tener devoción y cierta inquietud por confesarse bien. Haz en esto lo que te aconsejen los sabios y deja el ansia y el escrúpulo, porque impide la gracia de Dios y destruye la devoción del alma.
No dejes la sagrada comunión por alguna pequeña tribulación o pesadumbre, sino vete luego a confesar, y perdona de buena gana todas las ofensas que te han hecho.
Y si tú has ofendido a alguno, pídele perdón con humildad, y Dios te perdonará también de buena voluntad.

4. ¿De qué sirve retardar mucho la confesión o diferir la sagrada comunión?
Límpiate cuanto antes, escupe luego el veneno, toma presto el remedio, y te hallarás mejor que si lo dilatares mucho tiempo.
Si hoy la dejas por alguna causa, mañana te puede acaecer otra mayor, y así te apartarás mucho tiempo de la comunión, y después estarás menos dispuesto.
Lo más presto que pudieres, sacude tu pereza e inacción, porque nada se gana con angustiarse e inquietarse largo tiempo y apartarse del divino sacramento por obstáculos diarios.
Al contrario, daña mucho el dilatar demasiado la comunión, porque esto suele causar grave entorpecimiento.
Pero, ¡oh dolor!, algunos tibios y disipados dilatan con gusto la confesión, y desean retardar la sagrada comunión por no verse obligados a guardar su alma con mayor cuidado.

5. ¡Oh, cuán poca caridad y flaca devoción tienen los que tan fácilmente dejan la sagrada comunión!
¡Cuán bienaventurado es y cuán agradable a Dios el que vive tan bien y guarda su conciencia con tanta pureza, que está dispuesto a comulgar cada día, y muy deseoso de hacerlo así si le conviniese y no fuese notado!
El que se abstiene algunas veces por humildad o por alguna causa legítima, es de alabar por la reverencia.
Mas si poco a poco le entrare la tibieza, debe despertarse a sí mismo y hacer lo que está de su parte, y el Señor ayudará su deseo por la buena voluntad, que es a la que especialmente atiende.

6. Mas cuando estuviere legítimamente impedido, tenga siempre buena voluntad y devota intención de comulgar, y así no carecer del fruto del sacramento.
Porque cualquier devoto puede cada día y cada hora comulgar espiritualmente con fruto.
Mas en ciertos días y en el tiempo mandado debe recibir sacramentalmente el cuerpo de su Redentor con afectuosa reverencia, y buscar más bien la gloria y honra de Dios que su propia consolación.
Porque tantas veces místicamente comulga y se alimenta invisiblemente cuantas se acuerda con devoción del misterio de la encarnación y pasión de Cristo, y se enciende en su amor.
El que no se prepara sino al acercarse la fiesta, o cuando le fuerza la costumbre, muchas veces se hallará mal preparado.

7. Bienaventurado el que se ofrece a Dios totalmente en sacrificio cuantas veces celebra y comulga.
No seas muy prolijo ni acelerado en celebrar, sino guarda el medio justo y ordinario de los demás con quienes vives.
No debes causar a los otros molestia ni enfado, sino ir por el camino ordinario de los mayores, y mirar más al aprovechamiento de los otros que a tu propia devoción y afecto.

La mujer, imagen y semejanza de Dios

25 miércoles Mar 2015

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

≈ Deja un comentario

canoCreo en Dios Padre todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible e invisible; creo que Dios está en todas partes. En él vivimos, nos movemos y existimos. Vivimos inmersos en las cosas creadas por Dios, indicios de su sabiduría y omnipotencia. Y no sólo indicios de Dios: imágenes y semejanzas de Dios, la mujer y el hombre. La mujer es bellísima, desde su cuna hasta su ancianidad. Es la obra perfecta de Dios en la tierra; siempre y cuando, no se deje engañar por el demonio, como Eva.

El padre Alba decía a los alumnos que las chicas son las reinas del  colegio, y ellos los caballeros que les ceden el paso y les demuestran su admiración. Sí, la mujer cristiana es reina. Princesita en su cuna, alegría en su niñez, simpatía en su adolescencia, cariño en el hogar, pura en su juventud, fortaleza del marido, ternura maternal, serenidad en su madurez, venerable en su ancianidad. La mujer está hecha a imagen y semejanza de Dios, como la Virgen Santísima. Por eso, son tan odiadas y perseguidas por el demonio. Sí, le aplastan la cabeza con su pureza, serán la salvación de la familia, de los pueblos y de las naciones. Nuestra Teresita González Quevedo vivía este ideal: “Madre mía, que quien me mire te vea”.

Las religiosas y monjas consagradas a Dios por los votos de pobreza, castidad y obediencia, son auténticas imágenes y semejanzas de Dios. Acabo de dar los Ejercicios de san Ignacio en un palomarcico de la Virgen y una monjita me ha dicho: Padre ya tengo 71 años de carmelita, 91 de vida y muchísimos deseos de irme al Cielo para vivir con Jesús, la Virgen, San José, Dios Padre, el Espíritu Santo… Son pararrayos de la justicia divina en los conventos, madres y hermanas de las misiones, en los hospitales, en los colegios en los barrios marginales del cuarto mundo. ¡Alabado sea Jesucristo! Gritó un hindú que estaba muriéndose. Madre Teresa de Calcuta le estaba cariñosamente limpiando las llagas purulentas y los gusanos. ¡Alabadas sean las Esposas del Señor!

Un profesor de universidad dijo, delante de dos obispos, varios sacerdotes, religiosos y seglares que estaba “alucinando” por las cosas que oía y veía en torno suyo. Yo, más que alucinado, estoy entusiasmado, fascinado de contemplar tanta belleza en la creación. Varios bebés de antiguos alumnos, me “tumban” cuando me miran con sus ojazos de Cielo, me sonríen, me cogen los dedos con sus manitas y quieren, sin poder, hablarme. Son imágenes vivas de Dios, templos de la Santísima Trinidad, hijas e hijos de María Santísima. A una abuela, le he dicho: los ángeles son más hermosos y poderosos que su nieta (de cuatro meses); pero, más bonicos que tu nieta, me parece que no. Lo veremos en el Cielo. Muchas veces he pensado que los niños y niñas asesinados en las entrañas de sus propias madres se convierten en angelitos que alaban eternamente al Señor en el Cielo. Los que sí nacen, son suspiros del amor de Dios que nos envía para que todos: niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos demos gloria a Dios en las alturas y paz a todos los hombres y mujeres de la tierra.

Es evidente que las mujeres están más dotadas para la vida espiritual que los hombres. No sólo porque lo dijo Santa Teresa de Jesús y se lo confirmó San Pedro de Alcántara. Lo estamos viendo. No es raro oír hablar mal de los sacerdotes y de los religiosos en cualquier parte. Sin embargo, de las religiosas no (Aparte están esas fantasmas que dicen ser religiosas y vaya usted a saber lo que son). Las esposas de Cristo son mensajeras de la misericordia divina.

La mujer fuerte y cristiana es ésta:
“La mujer fuerte, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas.
En ella confía el corazón de su marido y no tiene nunca falta de nada.
Dale siempre gusto, nunca disgustos, todo el tiempo de su vida.
Ella se procura lana y lino y hace las labores con sus manos.
Es como nave de mercader, que desde lejos se trae su pan.
Todavía de noche se levanta y prepara a su familia la comida y la tarea de sus criadas.
Ve un campo y lo compra, y con el fruto de sus manos planta una viña.
Se ciñe de fortaleza y esfuerza sus brazos.
Ve alegre que su tráfico va bien y ni de noche apaga su lámpara.
Coge la rueca en sus manos y hace bailar el huso.
Tiende su mano al miserable y alarga las manos al menesteroso.
No teme su familia el frío de la nieve, porque todos en su casa tienen vestidos dobles.
Ella se hace tapices, y sus vestidos son de lino y púrpura.
Celebrado es en las puertas su marido cuando se sienta entre los ancianos del lugar.
Hace una hermosa tela y la vende, y vende al mercader un ceñidor.
Se reviste de fortaleza y de gracia y sonríe ante el porvenir.
La sabiduría abre su boca y en su lengua está la ley de la bondad.
Vigila a toda su familia y no come su pan de balde.
Álzanse sus hijos y la aclaman bienaventurada y su marido la ensalza.
Muchas hijas han hecho proezas, pero tú a todas sobrepasas.
Engañosa es la gracia, fugaz la belleza; la mujer que teme a Dios, ésa es de alabar.
Dadle los frutos del trabajo de sus manos y alábenla sus hechos en las puertas.”
(Proverbios 31, 10-31)

El hombre también es imagen y semejanza de Dios. Es bello. Pero las mujeres saben que, el hombre y el oso, cuanto más feo más hermoso.

Manuel Martínez Cano mCR

Página para meditar 131

25 miércoles Mar 2015

Posted by manuelmartinezcano in Padre Alba, Uncategorized

≈ Deja un comentario

P.albacenaLa reciente peregrinación a Fátima que provoca contactos en tantos lugares a lo largo de la peregrinación, ofrece estos temas de meditación que someto a vuestra consideración también.

Pese a los esfuerzos del Sumo Pontífice, que está verdaderamente acortando su vida en viajes apostólicos, la maniobra de la confusión ha seguido avanzando. Ahora ya no se parte de plataformas de la llamada Iglesia preconciliar o tridentina, sino de situaciones ya establecidas o normales que la Iglesia, ya ha “asimilado” según se dice. Se presiona constantemente para seguir avanzado hacia las nuevas concepciones de la Iglesia programada que quieren imponerse como las anteriores fácticamente. Pongo por ejemplo, que en las dos noches consecutivas en las que asistí al Rosario nocturno y a la procesión de la imagen de nuestra Señora, nos unimos sacerdotes italianos, portugueses, franceses y españoles. Ninguno de ellos con hábito talar, con la excepción de un sacerdote de la diócesis de Badajoz, que me edificó con su vieja sotana. La comunión siempre de pie. Precisamente en el lugar donde el Ángel enseñó a los pastorcillos a adorar la Sagrada Hostia, con el rostro postrado en tierra, comulga la inmensa mayoría de pie, y no pocos piden la comunión en la mano. Solamente lo hicieron de rodillas nuestros alumnos, sin que nadie se lo advirtiera. La disminución de confesores, y consiguientemente de confesiones y de la vida penitente de muchas peregrinaciones, la prepotencia de la TV., que, aunque se quiera suponer que no es tan repugnante como la de España, sí está llena de espíritu mundano, ha penetrado en todas partes. Todo ello hace que el mismo Santuario de Fátima, sin dejar de ser lo que es, esté también inmerso en la ola mundanizadora que ha penetrado en la Iglesia.VirgenDeFatima

La llamada comprensión, el pluralismo de años atrás, es algo que se tiene ya en todas partes en pacífica posesión. No hay combate ya en ese frente. Es una situación de hecho generalizada en la que se toleran las posturas anticuadas, como un tren que está estacionado en una vía muerta en cualquier estación del mundo. No hay que ser muy lince para apreciar que se insi­núa por todas partes la nueva concepción de la Iglesia, como una “comunión de Iglesias”, de forma que la Iglesia tiene diferentes formas de ser entendida y se dan diversas maneras de entender y de vivir una fe, que no ha de ser forzosamente uniforme. Las religiosas que le negaban el infierno a nuestro guía, como una cosa ya superada, estaban convencidas de su pertenencia a la Iglesia, y de una postura plenamente ecuménica. Todas estas posturas son legítimas a su juicio, y en conformidad con los grupos y comunidades que viven su fe en distintas claves. La guía pastoral, neta y diáfana, de “sí, sí” o de “no, no”, del alma católica se encuentra desbordada o es inexistente. En ocasiones, lo que es peor, favorece prácticamente esa concepción ecléctica.

Sin embargo es más clamorosa que nunca la llamada de la Virgen a seguir su mensaje de oración y penitencia para la salvación del mundo. Es más evidente entre los hombres y mujeres del pueblo que caminan el itinerario de su fe “desenganchados” de todo lo establecido en el ambiente de la confusión. Lo que parece soledad a algunos, no lo es. Son miles y miles los cristianos anónimos del Este y del Oeste, que, como en los tiempos de los israelitas contemporáneos de Elías, no han doblado las rodillas delante de Baal. Pequeños rebaños, pequeños grupos de cristianos como aquel pequeño rebaño de Lucía, Jacinta y Francisco, que como me contó Carolina, la última hermana de Lucía, reunía unas quince ovejas. Pero esas quince ovejas eran el rebaño de María, y los pastorcillos eran los escogidos por la Reina, para establecer su reinado en el mundo.

No estáis perdidos en la marea viva de lo que hoy manda y se estila en la Iglesia, en su hablar, en su desenvolver la liturgia, en las concepciones morales, en las dimensiones sociales, políticas y en la ilusión de la Cristiandad. No cejéis en manteneros en lo que hemos recibido de las mismas manos de la Virgen. Ella no se confundió cuando nos habló de esa manera. Ella reinará en el mundo en el momento menos pensado, ya próximo, pero con los pobres instrumentos de los que son pocos, nada pueden y están desenganchados de la fuerza, del poder y de la llamada Modernidad. Pero ellos poseerán la tierra, consuelan al Corazón de Jesús y de María, y son el pequeño rebaño que acelera la hora bendita del triunfo del Corazón Inmaculado.

Rvdo. P. José María Alba Cereceda, S.I.
Meridiano Católico Nº 131, julio-agosto de 1989

**********

Niñas y niños,
venid con nosotros
a las Colonias del Padre Alba.
Sana diversión, santa formación.
De de 7 a 11 años.
Del 2 al 12 de julio de 2015.

 **********

Chicas y chicos,
venid con nosotros
a los Campamentos del Padre Alba.
Sana diversión y santa formación.
Dos niveles: de 11 a 15 años
y de 16 en adelante.
Del 27 de julio al 10 de agosto de 2015.

 

Jesucristo es nuestra esperanza porque ha resucitado (IV)

25 miércoles Mar 2015

Posted by manuelmartinezcano in Uncategorized

≈ Deja un comentario

guerra camposEl Domingo es por sí mismo casi la firma de que la Resurrección fue desde el principio considerada como un hecho. ¿Por qué? Porque el Domingo es la celebración de la Resurrección de Jesucristo y el día siguiente al Sábado, el día primero después del Sábado, «el octavo día», como decían los antiguos escritores. La celebración especial del Domingo, de este primer día después del Sábado, en las comunidades cristianas está ya registrada en los documentos más antiguos: en los Hechos de los Apóstoles, en la carta a los de Corinto, en que se refiere a la colecta que él espera que hagan en favor de las demás comunidades el día primero después del Sábado y, naturalmente, ya con su mismo nombre de Domingo, Día del Señor, en el Apocalipsis.

Hagamos un esfuerzo para superar la banalización en que hemos caído nosotros respecto a estos problemas de las fechas, porque para nosotros, que se celebre el Domingo el día octavo, el séptimo, el quinto… casi todo nos parece indiferente o convencional. Pero debemos notar que estamos en un ambiente judío, y no es difícil advertir que el apego de la mentalidad religiosa judía al Sábado precisamente, es algo impresionante. Superar este apego es casi imposible. Todo el Evangelio está lleno de la polémica y las tiranteces de los enemigos de Jesús por razón del Sábado.

Sin ir a los judíos, ¿no conocemos todos algún tipo de secta cristiana contemporánea, que se ha aferrado fanáticamente a que es contra la Ley de Dios nuestra celebración del Domingo, porque infringe la vieja ley del Sábado implantado por el Señor y, por tanto, intocable? Teniendo a la vista este hecho, hagamos una consideración bien elemental: si en los tiempos primeros la referencia a la Resurrección fuera primordialmente una idea, una convicción o un gesto interior acerca de que Jesús vive, de que no ha sido dominado por la muerte, de que, a pesar de la muerte, es el Señor, ¿por qué razón entonces esta idea iba a provocar el desplazamiento del Sábado, que es un hecho casi imposible psicológicamente, en el ambiente en que estamos situados ? ¿Por qué precisamente al día siguiente al Sábado, al día octavo?JESUSREUCITADO1

No tiene sentido ni tiene posibilidad ninguna (ni siquiera se les ocurriría) relacionar una idea con un día determinado de la semana, y en el supuesto de que se les ocurriese, lo normal sería relacionarlo, en todo caso, con el mismo Sábado. Era el Día del Señor, era el Día Santo, ¿por qué cambiarlo? La respuesta es sencilla: Porque ese día siguiente al Sábado sucedió el hecho decisivo. Y, así, resulta que la misma posición tangible para nosotros del Domingo, en la entraña de las celebraciones cristianas, es por sí misma una manifestación del carácter histórico con que fue vivida desde el comienzo la Resurrección de Jesús. No digo ahora el carácter histórico que tiene la Resurrección, sino del carácter histórico con que fue vivida, porque este es el punto clave y más que suficiente, según se advierte.

Converge también sobre esta afirmación de la facticidad, de la prioridad del hecho sobre la idea, este otro hecho tan sensacional de la Sábana Santa de Turín, del que hablaré en otro momento.

Así pues, repitiendo lo que decíamos al comienzo, en las fuentes apostólicas, en todos los múltiples datos e indicios que convergen para darnos a conocer substancialmente la actitud, los criterios, el sentir, las convicciones de la comunidad y de las comunidades cristianas de los años treinta, cuarenta, cincuenta o sesenta, empalmando con el mismo Jesús, estas fuentes presentan este orden de factores: primero, la experiencia y el testimonio de los Apóstoles; segundo, la fe de las comunidades. El testimonio aparece como causa y sostén de la creencia, no como fruto de la creencia.

Siendo ello así, en realidad los que estamos situados en esta corriente testimonial -también en virtud, claro está, de la luz de la gracia, que nos ayuda a superar las mil causas de ceguera y de oscuridad que impiden ver- no tenemos por qué sentir ninguna inquietud en cuanto a nuestra fe por las posiciones de los que dudan, de los que rehuyen, o de los que niegan el hecho de la Resurrección. Y no por desprecio, sino por la misma razón sencillísima por la que los compañeros de Colón no podían tomar en serio las especulaciones del gabinete de un estudioso de una afamada universidad que durante unos años se empeñase en negar la realidad del hecho, atribuyéndola a la fantasía creadora de los viejos relatos, que es exactamente el sistema: igual que sucede cuando salimos al extranjero y nos topamos, tantas veces por desgracia -y los extranjeros encontrarán esto en España igualmente- con la ignorancia, la incomprensión o las afirmaciones absurdas sobre nuestra tierra, en virtud de las cuales yo he oído decir más de una vez, por ejemplo, que Galicia era una tierra reseca, rugosa, sin una brizna de hierba, etc.

No nos impresionaremos, trataremos de comprender cómo han surgido esas ideas falsas y de verlas con benevolencia si hace falta (alguna explicación tendrán, no nos vamos a pelear), pero ciertamente no vacila nuestra seguridad experimental. ¿Por qué habría de vacilar? No es, pues, por desprecio, sino porque conocemos los motivos, los cuales valdrán lo que valieren para justificar o no justificar, para explicar la falta de creencia, o la falta de atención de muchos, pero ello no afecta en nada a nuestro conocer. ¿A qué se debe? A que en realidad solo caben dos motivos para intentar justificar una huida, un desentendimiento o una negación, respecto a esta gran corriente testimonial a la que acabo de referirme. El primero -que nadie acepta, pero que fue propuesto en un cierto momento-es que, reconocido el carácter fáctico del testimonio que estos primeros cristianos dan (testimonio de un hecho experimental), se dice a continuación que es una hipótesis, que mienten y que el testimonio es falso, un fraude. Esto se atrevieron a decirlo únicamente en toda la Historia y de un modo muy tosco (dejando aparte las viejas acusaciones de Celso), unos cuantos autores del siglo XVIII: Reimarus o Voltaire. Pero digamos de paso que no sabían nada de lo que tenían entre manos, puesto que el estudio científico de los textos no había llegado a ellos.

Toda la inmensa corriente investigadora crítica de los siglos XIX y XX (contando incluso a los que no creen y a los autores que niegan encarnizadamente la Resurrección de Cristo), toda esta corriente de investigación crítica parte (y esto es un hecho bien interesante), de la afirmación de la sinceridad y la veracidad de los testigos, sin excepción conocida que valga la pena.

Si pasamos pues a este planteamiento (sinceridad y veracidad de los testigos), entonces -como ya se dijo- solo queda, para ser honrados, aferrarse a que no son testigos de un hecho, sino que son proclamadores de una idea, de un proceso de meditación idealizador, que dura años, decenios, al final del cual se da una visión retrospectiva sobre los antiguos y ya borrosos hechos de la vida de Jesús y entonces su historia, a esa distancia y a la luz de esta meditación creadora, se deforma inconscientemente, de buena fe.

Pero también es fácil advertir que para esta metodología e interpretación en la que los testigos no son considerados como tales (porque no se atreven a acusarles de fraude, ni siquiera de error grave substancial), se requiere una condición esencial y es que los testimonios que tenemos, las fuentes, sean tardías, para que a distancia más o menos de un siglo se pueda dar esta retroproyección que ve borrosa en la lejanía la situación histórica, ya no experimentada, no accesible de un modo inmediato. En otras palabras, toda esta corriente de pensamiento crítico que ha inundado el siglo XIX y se ha desbordado sobre el siglo XX (y que ha llenado millares y millares de páginas con una erudición pasmosa), todos al principio partían de la hipótesis, más o menos segura, de que no hay testimonios que nos lleven directamente a los años cincuenta, cuarenta o treinta del siglo primero, años en los que ciertamente vivían y actuaban numerosos testigos oculares.

José Guerra Campos

Entradas recientes →
marzo 2015
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031  
« Feb   Abr »

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Unión Seglar de San Antonio María Claret

P. José María Alba Cereceda, S.I.

palba2

Archivos

Categorías

  • Artículos (1.171)
  • Artículos – Contracorriente (919)
  • Carta Dominical (118)
  • Chispicas (266)
  • Cosicas (108)
  • De Hispanoamérica (1)
  • Dominicas (266)
  • El Coladero (1)
  • El nacimiento de la España moderna (75)
  • Francisco franco (176)
  • Guerra Campos (286)
  • Hemos leído (99)
  • Hispanoamérica. La verdad (192)
  • Historia de España (57)
  • Hitos (175)
  • Imagén – Contracorriente (132)
  • La Iglesia vive de la Eucaristia (22)
  • La voz de los santos (154)
  • Magisterio (38)
  • Meditaciones de la Virgen (174)
  • Mensajes de fe (214)
  • Miguicas (265)
  • Mojones (184)
  • Mostacicas (265)
  • Noticas (10)
  • Oraciones (391)
  • P. Manuel Martínez Cano (736)
  • Padre Alba (268)
  • Palabras de Dios (94)
  • Para pensar (27)
  • Pensamientos (99)
  • Pensar es sano (111)
  • Sabaticas (266)
  • Santos (111)
  • Semillicas (265)
  • Sintonía con la jerarquia (184)
  • Uncategorized (1.327)
  • Vida mixta (13)
  • Vida religiosa ayer, hoy y mañana (22)

Ejercicios Espirituales predicados por el P. Cano

Meditaciones y Pláticas del P. José María Alba Cereceda, S.I.

Varios volumenes de apóx. 370 páginas. Precio volumen: 10 €. Pedidos: hnopablolibros@gmail.com

Twitter Papa Francisco

Mis tuits

Twitter P. Cano

Mis tuits

“Espíritu Santo, infúndenos la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia, en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente”. Padre Santo Francisco.

"Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. (Salmo 127, 1)"

Nuestro ideal: Salvar almas

Van al Cielo los que mueren en gracia de Dios; van al infierno los que mueren en pecado mortal

"Id al mundo entro y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado" Marcos 16, 15-16.

"Es necesario que los católicos españoles sepáis recobrar el vigor pleno del espíritu, la valentía de una fe vivida, la lucidez evangélica iluminada por el amor profundo al hombre hermano." San Juan Pablo II.

"No seguirás en el mal a la mayoría." Éxodo 23, 2.

"Odiad el mal los que amáis al Señor." Salmo 97, 10.

"Jamás cerraré mi boca ante una sociedad que rechaza el terrorismo y reclama el derecho de matar niños." Monseñor José Guerra Campos.

¡Por Cristo, por María y por España: más, más y más!

www.holyart.es

Blog de WordPress.com.

  • Suscribirse Suscrito
    • Contracorriente
    • Únete a otros 279 suscriptores
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Inicia sesión.
    • Contracorriente
    • Suscribirse Suscrito
    • Regístrate
    • Iniciar sesión
    • Denunciar este contenido
    • Ver el sitio en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...