Queridos míos: Vosotras no sois del mundo, como nuestro Señor Jesucristo, tampoco es del mundo, ni lo fueron los Santos, ni lo fueron los mártires.

El mundo es el antievangelio, la excitación de las pasiones, de todas las concupiscencias, la sucesión inacabable de las mentiras, la ridiculización de vuestra sencillez, de vuestra vida piadosa, de vuestra obediencia.

El mundo es la invasión de todas las locas imaginaciones, de los temores infundados, la sugestión de los miedos por la acción o la omisión, el vivir pendiente de las opiniones de la moda y el terror a quedarse solo en el camino.

El mundo es la sustitución de Jesucristo por otros modelos de falsos salvadores quena salvan, de otros valores que no son los de la abnegación y mortificación de nuestros deseos, la autocomplacencia de los propios actos y la autoseguridad de los afectos desordenados que dan a nuestra vida un nuevo rumbo que antes no hubiéramos sospechado porque nos alejaba de las cosas de Dios.

El mundo, es la soberbia que nos convierte en autómatas sofisticados, sin los gustas de la intimidad con el Señor, despreciadores de los consejos de los que nos guían, el inventor de una nueva ascética de la independencia, una espiritualidad sin vencimiento de la propia voluntad, una caridad que engendra divisiones y una nueva paz que no es la de Jesucristo.

Alerta con la paz del mundo. No creáis que los sucesos desencadenados en el Este nos llevan a la paz soñada y que ya estamos casi tocando el mundo perfecto. Esa paz que pueda venir por ese camino no será ciertamente la paz de Cristo en el Reino de Cristo. No os descuidéis y olvidéis vuestra vocación a la más y a la militancia. La paz verdadera del reinado de los Sagrados Corazones de Jesús y María, vendrá tras la purificación, la persecución y el martirio. Eso será el camino de la paz auténtica que la virgen nos tiene prometida.

No hay paz en el alma sin arrepentimiento. No hay paz para la sociedad sin que se arrepienta de sus espantosos crímenes sociales, acumulados en cascada durante siglas. Nosotros, heraldos del mundo de paz del Corazón Inmaculado, la hemos de ganar con nuestra esperanza en Ella, con la rotura con todo lo que es el mundo, con la súplica humilde para que suene ya la hora de Dios, y con la vista en la persecución que se irá agudizando y el ofrecimiento de las cruces presentes y por venir, por la salvación de nuestros hermanos. Dios elige a los inocentes para salvar a los pecadores, y a los mártires para con su sangre recolectar mundo cristiano. Vosotros vivid inocentes y con alma de mártires. Eso prepara de verdad la conversión del mundo y hará de los hombres nuevos, hombres que no son del mundo, para la gloria de Jesucristo y la salvación de las almas.

Rvdo. P. José María Alba Cereceda, S.I.
Meridiano Católico Nº 138, marzo de 1990

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Niñas y niños,
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Sana diversión, santa formación.
De de 7 a 11 años.
Del 2 al 12 de julio de 2015.

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Sana diversión y santa formación.
Dos niveles: de 11 a 15 años
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Organiza: Asociación de la Inmaculada y san Luis Gonzaga
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