compuesta por León XIII

Arcángel San Miguel,
¡Quién como Dios!,
defiéndenos en la batalla,
ampáranos contra la perversidad
y acechanzas del demonio,
¡reprímale Dios!,
te pedimos suplicantes;
y tú, Príncipe de la celestial milicia,
arroja al infierno con el divino poder,
a Satanás y los demás espíritus malignos
que vagan por el mundo y los aires,
para perder las almas.
Glorioso Arcángel,
defiende a España y su Iglesia
y protege al Papa,
para que podamos ver pronto
el glorioso triunfo de los Corazones de Jesús y María. Amén