ABORRECED LO MALO

                “Que vuestra caridad no sea una farsa; aborreced lo malo y apegaos a lo bueno” (Romanos, 12, 19). Lo bueno es la ley de Dios y la Doctrina de la Iglesia. Lo malo es la cristofobia, el ateísmo, la blasfemia, el perjurio, paganizar los días de precepto, el divorcio, abandonar a los hijos o a los padres ancianos, el aborto, la eutanasia, la manipulación de embriones, la lujuria, la pornografía, robar, mentir, la codicia, el totalitarismo democratista, el capitalismo salvaje. Un periodista preguntó a la Madre Teresa de Calcuta, que era lo más malo que había en el mundo. La Beata contestó, que el mayor mal del mundo es que hay mucha gente que no se siente amada. Amigo lector, seguro que puedes añadir muchos males a los de esta Chispica. ¿Cuántos vas a combatir haciendo el bien?

IDEOLOGIA DE PSIQUIATRICO

                Pedro Trevijano, sacerdote de Cristo y valiente defensor de la Iglesia de Cristo, nos viene explicando la malicia satánica de la ideología de género. En su artículo “Género”, nos dice: “los defensores de esta ideología, ¿son realmente una panda de chalados?: Nietzsche terminó sus días en un psiquiátrico, W. Reich murió en una penitenciaría psiquiátrica, diagnosticado de paranoia y esquizofrenia progresiva, Kinsey era sadomasoquista y pedófilo, Althuser estranguló a su esposa, Bataille fue partidario del satanismo orgiástico, Foucault tuvo varios intentos de suicidio, era politoxicómano y padecía una grave enfermedad del sistema nervioso, Margaret Sanger terminó internada en una clínica con delirio alcohólico, K. Millet es una enferma mental con tendencias suicidas, Shulamit Firestone pasó varios años en una clínica psiquiátrica, E. Fischer, M. Drago y E. Frankfurt se suicidaron. (Estos datos los he extraído de Google, de los libros de Jesús Trillo Figueroa y de un artículo de Fernando Paz). Y es que no hay que olvidar que la naturaleza no perdona. Y por supuesto que no he terminado de contar los desastres a los que nos puede llevar la satánica ideología de género”.

CONDENACIÓN ETERNA

                Una anciana me ha dicho, que siendo niña oyó predicar al piadoso y famoso misionero popular padre Rodríguez, jesuita. Hace más de 70 años, padre y no se me han olvidado nunca estas palabras suyas: “Si os condenáis es por vuestra culpa”. Así es, porque Dios quiere que todos nos salvemos, pero si hay quienes no quieren, porque no quieren cumplir la ley de Dios; se condenarán en el infierno para allí sufrir eternamente. Hay que ver, que poco nos cuesta creer que existe el Cielo. El infierno, es otra cosa. Pues bien, nosotros creemos que existen el Cielo y el infierno porque lo dijo Cristo. Y Dios hecho hombre, no puede ni engañarse ni engañarnos.

 MIENTE COMO UN DIABLO

                Voltaire, el tatatararabuelo de los democratistas sin Dios, de todos los tiempos, dio la siguiente consigna a todos sus tarados devotos: “Hay que mentir como un diablo, no tímidamente, no solo durante un tiempo, sino siempre”. Y así siguen sus demócratas: visitando monasterios para que les voten, porque van a quitar la ley del aborto; protagonizando campañas electorales en locales de parroquias y conventos. . . . Mintiendo, mintiendo siempre. Mienten en todo, piden la paz en sus parlamentos y promueven las guerras por todo el mundo. Ha empezado la tercera guerra mundial, ha dicho el Papa Francisco. El camino para conseguir la paz no es el pacifismo, ni los diálogos con los demonios. La paz la conseguiremos combatiendo nuestras pasiones desordenadas y las estructuras de pecado.

INTRANSIGENCIA Y DIÁLOGO

                Santo Tomás de Aquino, y todos los santos y santas, fue intransigente en su vida y en su doctrina. Siempre defendió la verdad y combatió el error, las herejías. Fue canonizado y proclamado Doctor de la Iglesia: el Doctor angélico. El diálogo, si no es para buscar la verdad, es una pérdida de tiempo, y puede ser una emboscada del demonio para difundir errores, mentiras y herejías. Más que tolerancia y diálogo, necesitamos firmeza, caridad y defensa de la verdad.

EDITH STEIN.  LAMUJER

                Edith Stein, judía no practicante, atea, filósofa, pedagoga, feminista, católica y carmelita, fue martirizada en las cámaras de gas de los nazis el 9 de agosto de 1942, en Auschwitz. San Juan Pablo II la canonizó el 11 de octubre de 1998. Hoy es Santa Teresa Benedicta de la Cruz, copatrona de Europa. Nació en 1891 en Alemania. La editorial Monte Carmelo, ha tenido el acierto de publicar obras de nuestra santa. Cada semana, Dios mediante, transcribiremos párrafos del libro: “La mujer, su naturaleza y misión” que comprende las conferencias que Edith Stein impartió en varias ciudades de Alemania y Suiza, entre los años 1928 y 1933. Ella nos dice que: “la fuerza de la mujer es su vida afectiva”. Lo que más necesitan los hombres, mujeres, niños y niñas de nuestros días.

CAMBIO INTERIOR

                El beato Pablo VI, en su encíclica Evangelii nuntiandi, dice: “Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar la misma humanidad. Pero la verdad es que no hay humanidad nueva si no hay, en primer lugar, hombres nuevos, con la novedad del bautismo y de la vida según el Evangelio. La finalidad de la evangelización es, por consiguiente, este cambio interior, y, si hubiera que resumirlo es una palabra, lo mejor sería decir que la Iglesia evangeliza cuando, por la sola fuerza divina del Mensaje que proclama, trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambientes concretos”.

Padre Cano,  mCR