padre cano  El obispo norteamericano Fulton Sheen, batió todos los records de audición televisiva en competencia con artistas, políticos, deportistas, etc., con sus magníficas conferencias religiosas. Viajaba un día en tren, una señora se dirige a él y le dice: “usted es el obispo que habla por televisión”. “Me encanta como habla usted, no me pierdo ni un solo día su programa, pero yo soy atea”. Extrañado el obispo, le preguntó a la buena mujer: “ha leído usted la Biblia? NO, fue la respuesta. ¿Y los padres apostólicos, los santos padres, los místicos, los doctores, los papas, el catecismo. . . .? Un enchorizado de “NO” era la respuesta de la atea. Fulton Sheen, mira a su interlocutora, y le dice: “Señora, usted no es atea, usted es ignorante”.

Ateo es el que niega la existencia de Dios. Lógicamente no debería haber ateos, pues las razones apologéticas de la existencia de Dios son asequibles a la inteligencia, de tal modo que toda persona sensata y razonable puede conocer la existencia de Dios. La Bruyere decía: “Yo quisiera poder ver un hombre sobrio, moderado, casto, equitativo. . . que negase, la existencia de Dios y la inmortalidad del alma. Ese, al menos, hablaría sin interés, pero un hombre así no se encuentra”.

Hay personas muy competentes  en ciencias o letras, pero que al mismo tiempo, ignoran totalmente la religión. No han leído nada de Jesús o de la Iglesia y eso no es ateísmo, es ignorancia. Los más famosos argumentos de razón para llegar al conocimiento de la existencia de Dios, son las llamadas “cinco vías” de Santo Tomás de Aquino.

Nuestro amigo José Cepero nos está ilustrando profundamente sobre la ciencia y la fe. Nos dice que la ciencia es un camino muy hermoso que lleva al conocimiento de Dios. Werner Heisenberg, el físico que ha renovado la ciencia del siglo XX, Premio Nobel, ha dicho: “Es posible establecer contacto entre el alma y Dios, de la misma manera que un ser humano puede establecer contactos con otros seres humanos. Lo que sí creo cierto es en Dios y que de Él viene todo. Las partículas atómicas tienen un orden y una armonía que tienen que haber sido impuestas por alguien”.

Hay quienes dicen que todo viene del “azar”. H. Poincaré, les dice que “el azar no es más que la medida de nuestra ignorancia”. Pascual Jordán, catedrático de Física Atómica en la Universidad de Hamburgo, ha dicho que “la Física Moderna no sostiene ya más un concepto materialista del Universo, basado en la negación de la existencia de Dios”. Terminamos con las palabras del Premio Nobel, Paul Sabatier: “Contraponer la ciencia con la religión, es cosa de gente poco experta en uno u otro tema”.

Manuel Martínez Cano,  mCR