chispicasLA VIRGEN MARÍA

“Bajo esta luz aparente ya proféticamente bosquejada en la promesa de victoria sobre la serpiente, hechas a los primeros padres caídos en pecado (cf. Gen. 3, 15). Asimismo, ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo, que se llamará Emmanuel (cf. Is. 7, 14; comp. con Mich 5, 2-3; Mt. 1, 22-23). Ella sobresale entre los humildes y pobres del Señor, que confiadamente esperan y reciben de El la salvación. Finalmente con ella misma, Hija excelsa de Sión, tras la prolongada espera de la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y se instaura la nueva Economía, al tomar de ella la naturaleza humana el Hijo de Dios, a fin de librar al hombre del pecado mediante los misterios de su humanidad”. (Lumen Gentium 55)

LA SANTA MISA

                San Juan Pablo II, en la encíclica Ecclesia de Eucharistia, dice: “El sacrificio del calvario es tan decisivo para la salvación del género humano, que Jesucristo lo ha realizado y nos ha dejado un medio para participar de él y de sus frutos inagotablemente. Este medio es la Santa Misa”. Por esto, oír bien la Santa Misa es “participar inagotablemente de los frutos del sacrificio del calvario” durante la celebración y, después a lo largo del día. “Al ser la Santa Misa la renovación del sacrificio de la cruz, fuente de misericordia, con que nos redimió, asistir a la Santa Misa es “sumergirse en los méritos de la muerte de Jesucristo, que es su Misericordia”. (Jesucristo a Santa Fausrina)

MACHISTA

                Me dicen que un obispo ha dicho que Adán fue el primer “machista” porque acusó a Eva ante el mismo Dios. No me lo creo. Si decir la verdad es machismo, hasta las mujeres son machistas. Eva fue la primera que desobedeció a Dios. Esta es la verdad.

                Es significativo el castigo que recayó contra la primera mujer: “parirás con dolor”. ¿Acaso la sensualidad arrastró a Eva? Sea lo que fuere: Adán, machista ¡NO!

DOS PERSONAJES Y FRANCO

                En cuanto a Franco, es importante el testimonio de dos protagonistas de la época, ambos hostiles a Franco en el momento de hacer sus declaraciones: uno, desde una posición de impulsor monárquico del alzamiento, y luego ministro del mismo Franco (Sainz Rodríguez); el otro, desde una posición más revelada de “demócrata-cristiano” (Gil Robles, ministro de la República). Los dos coinciden en que Franco no se decidió a sumarse activamente al Alzamiento sino a última hora. Gil Robles explica que Franco no lo hizo hasta adquirir el convencimiento de que se daban las circunstancias que hacían inevitable la apelación al Ejército.

FE Y VIDA

                “Porque no pueden los cristianos dejar a un lado su fe a la hora de colaborar en la construcción de la ciudad temporal. Han de hacer sentir su voz, coherente con los valores en los que creen y respetuosa con las convicciones ajenas. Basta pensar en la defensa y protección de la vida desde su concepción, en la estabilidad del matrimonio y de la familia, en la libertad de enseñanza y en el derecho a recibir instrucción religiosa en las escuelas, en la promoción de los valores que moralizan la vida pública, en la implantación de la justicia en las relaciones laborales”. (San Juan Pablo II)

 LA ANTICONCEPCIÓN

                “La anticoncepción es un pecado descatalogado en una gran parte de la Iglesia. Incurre en ella sistemáticamente la mayoría de los matrimonios cristianos, situación muy explicable si se tiene en cuenta el silencio casi absoluto en la cuestión, o la mala enseñanza que se ha dado y se da sobre ella en predicaciones, catequesis, publicaciones, cursos prematrimoniales, confesiones. El aborto elimina una vida humana en la que Dios había infundido un alma, y la anticoncepción es un horror semejante, pues impone la voluntad del matrimonio a la posible voluntad de Dios, eliminando crónicamente la concepción de hijos. El aborto es más o menos combatido en la Iglesia, pero la anticoncepción es de hecho consentida en muchas Iglesias locales”. (P. Iraburu)

        LA MUJER

          Edith Stein

                “Lo vivo personal, que ocupa su cuidado, es un todo concreto que, en cuanto todo, quiere que se guarde y se le conserve, y no una parte en detrimento de la otra o de las otras: no el espíritu en detrimento del cuerpo o a la inversa tampoco una potencia del alma en detrimento de las otras. No lo tolera  ni en sí ni en las otras. Y a esta conducta práctica corresponde la teórica: su modo natural de conocer no es tanto el de un análisis teórico cuanto el de un modo natural de ir a lo concreto, de contemplarlo y de sentirlo. Esta disposición capacita a la mujer para ser protectora y educadora no sólo de sus propios hijos, sino que usa esa actitud fundamental para su esposo y para todos los seres que están en su entorno.

Padre Cano,  mCR.