El Evangelio nos narra este episodio de la vida oculta de Jesús así: «Iban sus padres (María y José) todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años. subieron según la costumbre de la fiesta. Una vez terminados los días, al regresar ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalén sin que lo notaran sus padres.san jose

 Creyendo que iría entre la caravana, anduvieron camino de un día, y al buscarle luego entre los parientes y conocidos, y no encontrarle, volvieron a Jerusalén en busca de Él.

 Después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles. Cuantos le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas» (Le. 2, 41-46).

Conviene advertir que los hombres y las mujeres solían formar comitivas de viaje por separado. Así María pudo creer que el Niño estaba en el grupo de los hombres. Después de un día de camino, reconocieron que no estaba ni en una ni en otra caravana, y regresaron otro día de camino a Jerusalén, y al día siguiente, tercer día, lo hallaron entre los doctores en medio de ellos, más como Maestro que como discípulo.

Al verle quedaron atónitos, y su Madre lanzó una queja amorosa: «¿Por qué has hecho así con nosotros? Mira, tu padre y yo llenos de pena, andábamos buscándote». Mas Jesús haciendo alusión a su misión divina, a todos los negocios humanos antepone los negocios que miran a Dios, y a la persona humana de San José, su padre virginal, antepone la Persona de Dios su Padre a quien El llama suyo propio.

«María conservaba estas palabras, dándole mucho que pensar…». Jesús les habla por primera vez de su Padre celestial, que está sobre ellos y sobre todos los hombres, y en sus cosas debía ocuparse, porque su misión era cumplir la voluntad de Dios.

Después bajó con José y María, sus padres, a Nazaret y le estuvo sujeto, y «crecía en edad, sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres».

En estas últimas palabras viene a resumirnos el evangelista la vida oculta de Jesús, y después de este episodio de Jesús hallado en el templo y de saber que regresaron a Nazaret, no se nos dice ya nada de San José.