1. Isabel de la Cruz en su dicho para la beatificación de la Santa en el Proceso de Salamanca, se expresó así: «Era particularmente devota de San José y he oído decir se le apareció muchas veces y andaba a su lado».diasanjose-g-190313

2. Ana de Jesús (Lobera) también en dicho Proceso habla de la aparición de San José cuando iban camino de Beas de Segura para una nueva fundación en aquella villa. Lo cuentra ella, testigo del hecho como una de las ocho religiosas que acompañaban a la Madre en dicha fundación.

En su largo relato describe así, emocionada, lo que se refiere al glorioso San José: «Perdidos en los riscos de Gualdinfierno, abocados a unos precipicios horrorosos de corte vertical de unos 300 metros de profundidad, la Santa recomienda a las ocho monjas que pidan a Dios y a nuestro Padre San José que nos encaminen, porque íbamos perdidos, y en esto oyen una voz potente que sale desde la abisal hondonada, «una hondura muy honda», que les dice:

«Teneos, teneos, que vais perdidos y os despeñaréis si pasáis de ahí». Con las indicaciones del misterioso personaje, surgido de improviso, se encuentran en camino franco; algunos quieren ir a buscar al hombre para agradecerle el haberles salvado la vida.

Mientras ellos buscan al hombre, la Santa dice a sus monjas con mucha devoción y lágrimas: No sé para qué les dejamos ir, que era mi padre San José y no le han de hallar». Realmente San José iba al lado de la Santa para protegerla.