Los que vivieron y conocen la historia de la guerra de España, han oído hablar de Valentín González, conocido por «El Campesino», y que fue jefe de la 46 división de choque. En 1939, voluntariamente se marchó a la U.R.S.S., ya que él era uno de los más destacados comunistas españoles. Después de unos años de estar allí ha publicado un libro titulado «Comunista en España y antistalinista en la U.R.S.S.», publicado en Méjico, en 1952. «El Campesino», en este libro escribe: «En el proceso habido en París sobre el trabajo forzado en la U.R.S.S., en el que fui primer testigo, me salió del alma esta declaración: ..Yo quería para España un régimen semejante al impuesto por Stalin en la U.R.S.S. y luego la U.R.S.S. de Stalin ha sido para mí la mayor desilusión, el mayor engaño y el peor fracaso de mi vida. En esta confesión se encierra el drama de un hombre sincero: sincero cuando actué en comunista y sincero cuando he llegado a comprender la trágica verdad y me he levantado decididamente, en la U.R.S.S., primero y después de mi evasión allá donde me encuentro, contra la mentira comunista.
»Él simple hecho de arrepentirme de mis errores comunistas quiere decir que no los niego. No niego nada de cuanto hice, bueno o malo… Se me objeta: tú luchaste por hacer triunfar el Kremlin sobre España. Ésa es mi amargura; de esto me arrepiento ahora. Ahora, que entonces creía luchar por el triunfo del pueblo español, de su libertad, de su bienestar, de su porvenir. Yo veía todo eso en el triunfo del comunismo a la manera rusa. Y creía sincerame.nte que el Krernlin nos mandaba las armas, a sus técnicos militares y políticos, las brigadas internacionales reunidas bajo su dirección, como prueba de solidaridad revolucionaria. ¿Cómo podía yo saber que lo que pretendía, a costa de la sangre del pueblo español, era realizar una jugada de política internacional exclusivamente a su servicio? Sólo más tarde he comprendido que el Kremlin no sirve a los pueblos, sino que se sirve de ellos; que con una perfidia y una hipocresía sin igual, aprovecha al proletariado internacional como una simple masa de maniobra al servicio de sus turbias combinaciones políticas; que so pretexto de revolución universal, lo que quiere es consolidar su contrarrevolución totalitaria y preparar su dominación mundial…
»En la U.R.S.S., el más zafio. y brutal de los militares bolcheviques ha hecho eliminar por el terror a todos los que le eran superiores o le hacían sombra y, concentrando sobre sí toda la propaganda, ha acabado convirtiéndose en un dios omnipotente e infalible… Salvo excepciones, sobre todo durante el primer período de la guerra, ¿cuántos políticos y militares dejaron de acoger a los agentes comunistas con los brazos abiertos y cuántos se les opusieron abiertamente? Yo era un comunista convencido y mi actitud respondía a una lógica; pero, ¿a qué lógica respondía la actitud de los demás? Sin una incomprensión y una complicidad semigeneralizadas, ¿hubiera sido posible que un partido tan débil numéricamente como el comunista llegara, en el transcurso de unos meses, a intervenir -y casi a dominar- todo o casi todo el aparato oficial?…
»No busco disculpas a mis errores; pero desearía que cada cual re-conociera con la misma honestidad los suyos… y si los comunistas españoles cometimos abusos y demasías y nos impusimos o estuvimos a punto de imponernos, fue porque los demás partidos y las organizaciones sindicales son débiles y vacilantes y les hacen el juego. Esa fue la lección española y ésa es hoy la lección europea y mundial. Europa y el mundo se salvarán si lo comprenden o se perderán irremediablemente si no lo comprenden. Y me evadí de la U.R.S.S. y estoy luchando hoy con todas mis fuerzas para contribuir en lo posible a esa comprensión».
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Esta es la confesión de uno de los más destacados comunistas españoles, con las armas en la mano, y. que, al conocer la realidad social de la U.R.S.S., con riesgo de su vida, se evadió profundamente desengañado. Y es que el comunismo es «intrínsecamente perverso», como lo definió Pío XI. No se puede ser católico y comunista al mismo tiempo. Pablo VI ha venido denunciando este peligro contra la fe y. la libertad de los hombres. Por esto conviene conocer a fondo el comunismo, a través de la personalidad de su fundador y de sus teorías, y no dejarse engañar por propagandas y colaboraciones incompatibles con la fe cristiana.
No queremos decir que el cristiano no deba luchar por la justicia social. Pero debe conocer cuál es la verdadera doctrina católica, igualmente alejada del liberalismo económico como del comunismo y sus aliados. Recomendamos la lectura del libro «CURSILLO ACELERADO DEL MARXISMO», de Armando Plebe. Es un resumen muy objetivo y sereno sobre el comunismo, estudiando todos sus aspectos. También sirve tener noticias claras de la potente personalidad de Carlos Marx, que con sus libros y manifiestos ha impulsado el comunismo, que sinónimamente, por razones de su autor, se identifica con el marxismo. Un autor francés, de gran categoría, ha publicado una biografía íntima, de sus relaciones familiares, con su mujer, con sus hijos, con su ma dre,que ayuda mucho a tener los datos de tal personalidad. Afortunadamente está traducido al castellano. Se titula «MARX, ESE DESCONOCIDO», de Julien d’Arneville. Con estos dos libros, ya se tienen elementos de juicio para saber juzgar con criterio propio sobre el comunismo, sin dejarse llevar de propagandas interesadas de uno u otro signo.
Para entender la doctrina social católica, sirve mucho el conocimiento directo de los documentos pontificios sobre estas cuestiones. Están muy bien resumidas en el libro «PARA QUE ÉL REINE», de Jean Ousset, pensador francés conocido en todas las naciones europeas y americanas. Con este libro se abarca la profundidad transformadora que debería entrañar una verdadera política católica.
Un hombre luchador como «El Campesino», comunista convencido, después de su experiencia en la U.R.S.S., nos ha dejado un libro impresionante sobre sus observaciones. Y es que en materia social y política no hay que dejarse Hevar de apasionamientos ni fanatismos. Antes de tomar una ideología, hay que conocerla. Por esto proponemos estos libros, para no dejarse dominar por la masificación y los métodos del lavado de cerebro; en los que son especialistas los que manipulan los hombres como si fueran objetos. La dignidad humana, la libertad personal, el pensamiento y la convicción propios, exigen determinaciones sin coacción ni presiones deshonestas. Leamos y estudiemos estos libro o para tener orientaciones claras sobre los problemas que nos preocupan y para colaborar al bienestar social y mundial de nuestros hermanos, todos los hombres.
«TODOS LOS VERDADEROS HIJOS DE DIOS Y PRE-DESTINADOS TIENEN A DIOS POR PADRE Y A MARÍA POR MADRE, Y QUIEN NO TIENE A MARÍA POR MADRE, NO PUEDE TENER A DIOS POR PADRE», dice San Luis María de Montfort. Si todos necesitamos conocer a Dios, el medio más rápido para llegar a Él es pedirlo a la Virgen; Nadie como Ella está cerca de Dios. Por esto, lo mínimo que hace cualquier cristiano es rezar cada mañana y cada noche. No somos bestias, ni máquinas, ni robots, ni estómagos. Somos hombres, con alma y cuerpo. Necesitamos comida, cultura, confort, desahogos. Pero mucho más necesitamos a Dios. ¿Qué menos que cada mañana y cada noche rezar, sin rutinas ni tonterías, sino con fe y de corazón, TRES AVEMARÍAS a la Santísima Virgen, pidiéndole que nos lleve a Dios, que nos salve de los peligros y que alcancemos la salvación eterna?
Obra Cultural
Laura, 4 – Barcelona-10