La mujer no llevará prendas de hombre ni el hombre se vestirá con prendas de mujer, porque el que hace eso es una abominación para el Señor, Tu Dios. (Deuteronomio 22, 5)
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos. (1 Juan 8)
El Señor es justo y ama la justicia: los buenos verán su rostro. (Salmos 11, 7)
Dios, nuestro Salvador, quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. (1 Timoteo 2, 4)
Hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados. No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros. (Lucas 12, 7)
Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un Sumo Sacerdote grande que ha atravesado el cielo, Jesús Hijo de Dios. (Hebreos 4, 14)
Ira y cólera a los porfiados (tercos) que se rebelan contra la verdad y se rinden a la injusticia. (Romanos 2, 8)
