María

Habéis irritado al que os hizo, sacrificando a los demonios no a Dios. (Baruc 4, 7)

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Que magníficas son tus obras Señor, que profundos tus designios. El ignorante no los entiende ni el necio se da cuenta. (Salmo 91, 7-8)

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Irás donde yo te envíe y dirás lo que yo te ordene. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para liberarte. (Jeremías 1, 7-8)

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Jesús nos dice: “vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando”. Jesús manda: “amaos unos a otros como yo os he amado”.

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Antes procedíamos nosotros también así: siguiendo las tendencias sensuales, obedeciendo los impulsos del instinto y de la imaginación; y naturalmente estábamos destinados a la reprobación de los demás. (Efesios, 2)

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Porque la caridad consiste en que procedamos según los mandamientos de Dios (2 San Juan, 6)

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No haréis cada uno lo que le parece bien, como nosotros hacemos hoy aquí. (Deuteronomio 12, 8)