chispicasMartínez Cano, mCR

Santidad oculta  

Estamos en un balneario de España. Comiendo en la mesa continua, está una abuela, su hija y su nieto. La hija mira a su madre con alegría, con una sonrisa; el nieto la tiene a su lado.

Un día, me dijo la hija: mi madre cumplió 90 años el mes pasado. Desde jovencita, se ha levantado, todas las noches a las cuatro y media, para hacer oración de rodillas, hasta las cinco y media.

Yo gozaba contemplando el rostro de la anciana. Pensaba que la Virgen, si llegó a los noventa años, tenía ese rostro sereno, gozoso, alegre, tierno, inocente, celestial.

Mujeres, podéis cambiar el mundo. Sed Santas.

Una sociedad materialista y otra celestial  

Los politiqueros democratistas están configurando una sociedad materialista y hedonista. También cretinezada; muchos ciudadanos saben perfectamente que hay un Cielo de eterna felicidad y un infierno de eterno sufrimiento y, sin embrago, bostezan al ritmo que le marcan los politiqueros y brujos.

Con “el resto de Israel”, no pueden. Millones de santos pueblan conventos, misiones, hogares, diócesis, parroquias, asociaciones. Dios está con ellos.

Estado providencia  

  El catedrático Dalmacio Negro ha escrito que la revolución culturalista estudiantil veía: “al Estado que era ya un estado providencia – como inagotable productor de maná; creía que no era necesario trabajar mucho, más bien nada y se apuntó al estatismo”.

Y ahí estamos, parados por todas partes y jóvenes con ganas de iniciar su primer trabajo. Les faltó entender lo que entendió un hombre maduro, de manos callosas, que me dijo: “La democracia es una cerda de la que maman muchos cerdos”. Para mamar es absolutamente necesario ser del partido. No hay maná ni leche para todos.

Ideología pervertida  

El fin de la ideología de género es destruir la Ley Natural y el Orden Moral establecido por Dios.

Los partidos políticos han asumido esta ideología satánica que está corrompiendo niños, jóvenes, adultos y mayores, familias y pueblos.

Embrutecen los corazones: Aborto, eutanasia, divorcio, lujuria, corrupción.

Pervierten el entendimiento: solo es verdad lo que ellos dicen. Y lo dicen mintiendo.

Dios es la Verdad, Dios es Amor

Jóvenes católicas  

                Se planta ante mí, una joven de 21 años, bellísima. No la reconocí. De niña vino a nuestras colonias, y de adolescente a los campamentos.

Conserva su mirada luminosa y su graciosa sonrisa. Por todos los poros de su cara, rezuma inocencia, pureza…  Mujeres así elevan el corazón al Cielo. Se acordó que a los sacerdotes se les besa la mano. Me contó un montón de cosas de su vida, sus estudios, sus ilusiones; por ella, estaríamos todavía hablando.

Las mujeres católicas pueden cambiar el mundo.

Paganismo democrático  

Con la democracia moderna se ha vuelto al paganismo. Todos los ciudadanos pueden adorar a los dioses que les dé la gana. Su dios más importante es femenino: la democracia. Con la democracia, los democratistas han conseguido todos sus vicios y guarradas.

¡Vota democracia y harás siempre lo que te dé la gana!

De Dios nadie se burla. Todos tendremos que darle cuenta de nuestras vidas. Todos y todas.

Capitalismo de allí y de allá  

Está más claro que el agua de mi pueblo. A eso que llama independencia de las naciones latinoamericanas, se le conoce hoy como esclavitud ideológica y económica – capitalismo salvaje, decía San Juan Pablo II – de las Españas de Ultramar, la Hispanidad Católica.

El capitalismo salvaje de Estado Comunista, sumergió en la esclavitud a naciones creyentes y en menos de cien años, asesinó a más de cien millones de personas.

Sin Dios, todo es barbarie – Landelino decía otra cosa.