mojones

Montserrat

Negarse a si mismo

“Por primera vez en mi vida tengo los ejercicios espirituales de este tipo: cada palabra del sacerdote la entiendo de modo singular y claro, ya que todo esto lo viví antes en mi alma. Ahora veo que Jesús no deja en incertidumbre a un alma que lo ama sinceramente. Jesús desea que un alma que se relaciona con Él estrechamente, esté plenamente tranquila, a pesar de los sufrimientos y las contrariedades. Ahora comprendo bien que lo que une más estrechamente el alma a Dios es negarse a sí mismo, es decir, unir su voluntad a la voluntad de Dios. Esto hace verdaderamente libre al alma y ayuda al profundo recogimiento del espíritu, hace livianas todas las penas de la vida y dulce la muerte.” Santa Faustina Kowalska, Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 461 y 462.

Revolución cultural estudiantil

El catedrático Dalmacio Negro ha dicho que la revolución cultural estudiantil verá “al Estado –que era ya un Estado Providencial- como inagotable productor de maná; creía que no era necesario trabajar mucho, más bien nada y se apuntó al estatismo.”

El mismo día, me dijo un hombre en una aldea perdida en un rincón de España: “La democracia es una cerda de la que manan muchos cerdos”. Para mamar es absolutamente necesario ser de la pandilla. No hay maná para todos.

El conde de Godó y Franco

«La profunda emoción que siento por la pérdida del Caudillo de España, Generalísimo Franco, viene condicionada por la obra extraordinaria que ha cambiado radicalmente a España en unos pocos años, si bien personalmente aumenta, por los sentimientos de amistad que me había siempre demostrado y que venía ratificada por el nombramiento con que he sido honrado en dos ocasiones como procurador en Cortes de designación directa del Jefe del Estado.

Es difícil, en unas pocas líneas, dar una Idea de lo que ha representado el Caudillo en la vida de España, porque, en cualquier orden que se considere, vemos el progreso inmenso que han representado estos años en los cuales nuestro país ha pasado de ser una nación de segundo orden a situarse junto a los países más industrializados y de mayor rango cultural. Con lágrimas en los ojos he escuchado esta mañana la alocución de nuestro presidente, don Carlos Arias Navarro, quien, visiblemente conmovido, nos ha leído el último mensaje de Franco y no solamente yo, sino las personas que estaban a mi lado, no han podido contener la emoción que la lectura les ha producido.

Me siento orgulloso de pertenecer y formar parte de la España de Franco. .r: en el tiempo que me quede de vida, he de recordar siempre la fecha histórica del día de hoy, dolorosa para todos los españoles, a cuyas plegarias uno las mías por el eterno descanso del alma de nuestro querido Caudillo».

Vivir íntegramente nuestra fe

“No caigáis en el error de pensar que se puede cambiar la sociedad cambiando sólo las estructuras externas o buscando en primer lugar la satisfacción de las necesidades materiales. Hay que empezar por cambiarse a sí mismo, convirtiendo de verdad nuestros corazones al Dios vivo, renovándose moralmente, destruyendo las raíces del pecado y del egoísmo en nuestros corazones. Personas transformadas, colaboran eficazmente a transformar la sociedad. Vosotros que fuisteis capaces de aquella empresa gigantesca que hoy hemos evocado, sed fieles a vuestra historia de fe. Tened confianza en vosotros mismos. Vivid con integridad vuestra fe, en un contexto en el que se la respete plenamente o en el que se le puedan crear algunos obstáculos. Caminad juntos hacia el futuro.” San Juan Pablo II, Ante el V centenario de la evangelización de América, p. 16.

La soberanía social limita la política

Esa unificación de la soberanía es la causa y el cimiento del régimen parlamentario, y la diferenciación de las dos, el verdadero régimen representativo. Si no existe más que una sola soberanía, que emana de la muchedumbre, y lleva a la cumbre el Estado, del Estado descenderá en forma de una inmensa jerarquía de delegados y funcionarios. Y si existe una soberanía social que emerge de la familia y que, por una escala gradual de necesidades, produce el municipio y, por otra escala análoga, engendra, por la federación de los municipios, la comarca, y después, por la federación de éstas, la región; esa soberanía social limitará la soberanía política, que solo existe como una necesidad colectiva de orden y de dirección para todo lo que es co.mlm, pero nada más que para lo que es común y de conjunto. Rafael Gambra, El Verbo de la Tradición, p. 44.

El infierno es una realidad

“Una verdad de fe, bíblica, ciertísima. Cuando a Jesucristo le preguntaron sobre los que se salvan, respondió: «Procurad con empeño entrar por la puerta estrecha; porque muchos, os lo aseguro, tratarán de entrar y no lo lograrán» (Lc., XIII, 24). Esto está revelado. Y Dios no nos engaña. Y añadimos este comentario de Fulton J. Sheen: «Me preguntarán algunos: ¿Cómo puede ser Dios tan vengativo, para condenar a las almas al infierno? Hay que recordar que Dios no nos sentencia al infierno, que en realidad nos condenamos nosotros mismos. Cuando la jaula se abre, el pájaro vuela hacia lo que ama; cuando nuestro cuerpo muere, volamos ya sea hacia una eternidad de amor de Dios, o una eternidad de odio de Dios… El infierno se encuentra al pie del monte del Calvario; y ninguno de nosotros puede descender al infierno sin pasar antes por ese monte donde está el Hombre-Dios glorificado, con los brazos abiertos para el abrazo, la cabeza inclinada para el beso, y el corazón abierto al amor. No me parece difícil comprender que Dios prepare un infierno para aquellos que desean odiarse eternamente, por haber odiado a Cristo. Pero sí me parece difícil comprender por qué ese mismo Dios había de morir sobre una Cruz, para salvar mi indigna persona de un infierno que mis pecados tan justamente merecen» («Conozca la religión», pág. 150-152).” José Ricart Torrens, Catecismo social, pp. 18 y 19.

¿Retorno a la ignorancia?

“A estos les preocupa únicamente el gran pecado contra el estatismo, el fraude fiscal, que muchas veces no es más que una defensa natural frente al robo legal; y por cierto, si los defraudadores pertenecen a la clase política o a sus clientelas, es raro que les pase algo serio. Aparecen nacionalismos de varias clases: algunas veces para salvaguardar la identidad (raras veces auténticamente) frente a la globalización; otras, a consecuencia del multiculturalismo, el “carnaval de las culturas», uno de esos obsequios que suele hacer Norteamérica al mundo entero; otras, quizá la mayoría, promovidos por mafias locales que se enmascaran como resistencias nacionalistas a la “opresión» de territorios en los que campan a sus anchas, etc. Tras las apariencias, la cultura controlada burocráticamente o directamente por bárbaros y la civilización europeas son progresivamente caóticas. No es de extrañar el aumento progresivo de las enfermedades mentales a causa de la incertidumbre.” Dalmacio Negro, Razón Española, septiembre-octubre 2015, p. 153.

La tradición contra el desarragio

“Nuestra época ha logrado disminuir las causas del hambre, de la enfermedad y el dolor físico; pero hay otro tipo de dolor, el más propio y exclusivo del hombre, que nace de la soledad espiritual, de la desesperación, de la falta de sentido de la propia existencia, que no sólo no se ha reducido, sino que se ha incrementado de forma alarmante. Y este dolor nace de la falta de lazos, de esa conciencia de desarraigo que vacía la vida de sentido humano, de objetivos y de esperanza. La tradición alberga al hombre en el tiempo, como su casa lo alberga en el espacio, y le otorga su bien más preciado: un sentido hondo de pertenencia que le permite no extraviar su vida en la incoherencia y el hastío, la incertidumbre y la dispersión.” Juan Manuel de Prada, Revista Verbo, nº 535-536, mayo-junio-julio 2015, pp. 379 y 380.

Soldados de Cristo

“Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio.” Efesios 6, 10-19.