dia_del_escritorPadre Martínez

                Todas las personas humanas somos iguales en esencia, pero distintos en todo lo demás. Un hombre es hombre, una mujer es una mujer; un sabio es un sabio, un ignorante es un ignorante.

*

                San Juan Bosco decía que es muy importante educar a los niños y jóvenes. Educarlos día tras día en el bien, en la piedad. Recordaba que la gracia de Dios, los sacramentos, son necesarios para una verdadera educación cristiana.

*

Solo las personas humanas son capaces de amar. Amor, en su sentido verdadero: hacer el bien al prójimo, amar a todos por amor de Dios. Esto es caridad. El hombre y la mujer deben respeto a todo lo que Dios ha creado. Criaturas que elevan el alma a Dios.

*

Somos muchos los maestros y profesores que hemos llegado al convencimiento de que, para educar, no basta dar una materia para que los alumnos acumulen cierto nivel de conocimiento. Debemos enseñarles la verdad y el camino que les conduce al bien.

*

Eso que llaman modernidad es reducir al hombre y a la mujer a pura animalidad. La autonomía del hombre y su falsa liberación conduce al ateísmo. Y si Dios no existe, no hay dignidad personal. ¡Somos hijos de Dios y herederos del Cielo!

*

El hombre busca el sentido de su vida. No le satisface sólo la vida de instintos. Busca la razón de su ser. Y si es sencillo y humilde, la encuentra: Dios nuestro Señor ha creado todo. Y al hombre y la mujer los ha creado a su imagen y semejanza.

*

No existe el fatalismo. Somos libres y con nuestra libertad y la gracia de Dios podemos hacer siempre el bien. La Providencia divina nos cuida para que seamos buenos y nos da las gracias necesarias para ser eternamente felices.