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Obra Cultural

Por nuestros difuntos

Es doctrina de fe, bíblicamente cierta, que podemos ofrecer sufragios en favor de nuestras difuntos. Nos dice el Catecismo Romano: «Jamás daremos suficientes gracias a la bondad divina por haber concedido a los hombres que puedan los unos satisfacer por los otros y pagar así lo que se debe a su justicia». Los Padres más antiguos de la Iglesia ya nos exhortaban a rezar por los difuntos. Tertuliano decía: «Una vez al año dedicamos oraciones por los difuntos». Y así, toda la tradición de la Iglesia.

Por esto en el segundo libro de los Macabeos (XII, 46), se nos enseña: .Obra santa y piadosa es orar por los difuntos». y el gran doctor de la Iglesia San Francisco de Sales nos dice: .Orar por los difuntos es cumplir de una vez todas las obras de misericordia». He ahí un índice de lo que espiritualmente podemos hacer por ellos:

Lo mejor para los difuntos

SANTA MISA: Misa exequial, Misa de funeral, Misa dé aniversario, Trentenario Gregoriano (30 misas en 30 días sin interrupción. Lleva aneja la indulgencia plenaria), Misa aplicada u ofrecida.

SACRAMENTOS: Confesión y Comunión. A base de la digna recepción de estos Sacramentos, la Iglesia facilita el poder lucrar indulgencia plenaria en favor de los difuntos en múltiples fórmulas y oraciones.

ORACIONES: Litúrgicas: Oficia de difuntos «De profundis», Absolución. Populares: Padrenuestro, Santo Rosario, Vía Crucis, Trisagio, Oraciones indulgenciadas por la Iglesia

LIMOSNAS EN SUFRAGIO: Entregar una limosna a una persona o familia necesitada. Auxilio a Hospitales, Asilos, Obras benéficas, etc., y las demás obras de misericordia y sacrificios.

Cuando en una familia hay un difunto, o se visita el cementerio, no basta dar el pésame ni decir unas frases, por muy sentidas que sean. Hay que rezar por el alma de aquel difunto, ya en su domicilio, ya en el cementerio. Una fórmula comunitaria de rezar por los difuntos, puede ser la que aquí incluimos:

El que dirige la plegaria. -El recuerdo de nuestro (a)… está vivo entre nosotros. Su muerte llenó de dolor y tristeza nuestra vida. Jesús, llorando la muerte de su amigo Lázaro, nos ha descubierto el valor cristiano del dolor y, muriendo en la Cruz por nosotros, ha dado un sentido nuevo, a la muerte. El Bautismo nos incorpora a Cristo, a su muerte y a su resurrección, y nos constituye en Pueblo escogido suyo. Nuestra oración es la oración confiada de los hijos al, Padre que está en los cielos. Recemos juntos el salmo 129. Un salmo de súplica al Señor.

Todos. -Desde lo hondo a Ti clamo, Señor.

Desde lo hondo a Ti clamo, Señor; / Señor, escucha mi voz; / estén tus oídos atentos. / a la voz de mi súplica.

Todos. -Desde lo hondo a Ti clamo, Señor.

Mi alma espera en el Señor, / mi alma espera en su palabra; / mi alma aguarda al Señor, / porque en él está la salvación.

Todos. -Desde lo hondo a Ti clamo, Señor.

Escuchemos la Palabra, de Jesús. Es un mensaje da fe en su Resurrección. Es un mensaje de esperanza en nuestra resurrección.

Textos bíblicos que se pueden leer en celebraciones familiares: Mt. 5, 1-12; Mt. 11, 25-30, Mt. 25, 31-46; Mc 15, 33-9; Lc. 7, 11-17; Jn. 6, 51-59; Jn. 12, 23-28; Jn. 14, 1-6.

Del Evangelio según San Juan, (11, 21-27).

«Dijo Marta a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios. Dios te lo concederá. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta, respondió: Sé que resucitará, en Ia resurrección del último día. Jesús le dice: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que vive y cree en Mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto? Ella respondió: Sí, Señor; yo creo que la eres el Mesías, el Hijo de Dios, que tenía que venir al mundo».

Palabra de Dios.

Todos. -Te alabamos, Señor.

A la luz de la Palabra de Jesús: podemos reflexionar sobre nuestra vida personal y familiar…

– Si nuestro comportamiento y actuación en la vida, nuestras actitudes y criterios responden al Evangelio de Cristo… Si en nuestra vida se manifiesta la vivencia de la resurrección de Cristo… (pausa).

-La vida eterna, no será más que la culminación de una orientación ya comenzada aquí en la tierra… Que el deseo de vivir la resurrección de Cristo nos exija una seria renovación cristiana… (pausa).

Como miembros de la Igle.sia de Cristo, oremos:

– Señor, que nos anunciaste: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia., haz partícipes de esta vida a todos los hombres, nuestros hermanos.

Todos. -Te, lo pedimos, Señor.

– Señor, que nos dijiste: «Yo soy la Resurrección y la Vida., incorpora a tu Resurrección a nuestro (a) y a todos los fieles difuntos que creyeron y esperaron en Ti.

Todos.-Te lo pedimos, Señor.

– Señor, que nos enseñaste: «Yo soy la vida y vosotros los sarmientos», haz que nosotros vivamos unidos en tu amor y, como familia, seamos signo de fa Iglesia, la Familia grande de los hijos de Dios.

Todos. -Te lo pedimos, Señor.

Con el gozo y la alegría que nos da nuestra fe, recemos juntos a Dios nuestro Padre.

Todos. – Padre nuestro, que estás en los cielos…

Oremos.

Escucha en tu bondad, Señor, nuestras súplicas por nuestro (a)… Dígnate llevarlo al al lugar de la luz y de la paz, para que tenga parte en la asamblea de los santos.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

Todos. -Así sea.

Para que todos los qué estamos aquí, nos salvemos y gocemos de Dios, unidos, recemos el Avemaría.

Todos. -Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-Dale, Señor, el descanso eterno.

Todos. -Brille sobre él (ella) la luz eterna.

-Descanse en paz.

Todos. -Amén.