Misericordia
En este año de la Misericordia, pidamos a la Virgen María que nos enseñe a ser mansos y humildes como su hijo Jesús, nuestro Rey y Señor. Vivir como vivió Cristo. Amar al prójimo como Cristo nos amó. Amar a Dios.
El padre Alba decía: “Si tengo un amor bien centrado en Dios, el barco no se hunde, porque el lastre está bien puesto. Viene una ola más grande que yo. No pasa nada. El barco sube y después baja”.
El crimen del aborto
Beata Teresa de Calcuta (en septiembre será canonizada) dijo: “Si aceptamos que una madre pueda matar a su hijo: ¿Cómo podemos rechazar que la gente se mate entre sí? Dádmelos a mí”.
El Concilio Vaticano enseña que:”el aborto es un crimen abominable”. Gandhi que no era cristiano y dijo que si los cristianos viviéramos de verdad nuestra fe, el mundo se habría hecho cristiano, afirmó: “Me parece tan claro como el día que el aborto es un crimen”.
Y los cristianos votan a partidos políticos que quieren desterrar la ley de Dios de la sociedad y combaten contra la Iglesia de Cristo. Monseñor Iceta ha dicho: “En el Congreso hoy ningún partido defiende la vida humana desde su inicio”. Monseñor Reig Pla: “los partidos políticos mayoritarios se han convertido en verdaderas estructuras de pecado”. Monseñor Munilla: “Un católico fiel a la Iglesia no puede votar a los partidos presentes en el Congreso de los Diputados”.
La ideología de género es satánica. Estas democracias son el MAL.
Las modas y el infierno
El día 3 de enero de este año, fuimos a visitar al Señor en un monasterio del norte de España. Siete ensotanados bajamos de la furgoneta, junto a un pequeño parque, donde jugaban dos niños, que vigilaban un joven matrimonio. Las primeras palabras que oí fueron: “¡estás haciendo mucho daño a la gente!” “¿A quién?” dijo ella. El respondió: “a tu madre, a mí, a los niños y a la gente”. Y dirigió su mirada hacia nosotros.
La mujer enseñaba las piernas. Hacía frio. En el infierno hay fuego que quema eternamente. La Beata Jacinta de Fátima dijo que vendrán unas modas que ofenderían mucho al Señor.
Mística de san Rafael Arnáiz
El obispo Juan Antonio Martínez Camino, en su libro Ejercicios Espirituales con el Hermano Rafael, escribe:
“El Hermano Rafael es un santo de raza, como san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús o san Juan de la Cruz, aquellos grandes, de hace cuatro siglos, que siguen aportando hoy a la Iglesia el dinamismo de sus carismas místicos y misioneros. En este libro se ha podido comprobar cómo Rafael se alimenta de la tradición de nuestros preclaros maestros del espíritu, en particular de la ignaciana. San Rafael Arnáiz Barón aportará, sin duda, a la Iglesia del siglo XXI una mística de Cristo que, por ser auténtica, es la misma de siempre: la de san Pablo y la de los santos españoles de nuestro Siglo de Oro. Le distingue, como es natural, su peripecia biográfica personal, vivida en pleno siglo XX, esa época atormentada de la historia caracterizada por novedades beneficiosas, pero también por un inaudito ateísmo cultural y político del que no es posible desvincular violencias nunca vistas en la historia de la humanidad. Rafael era consciente de ello. Y en esa coyuntura vivió la mística cristiana de siempre con los acentos propios de su época y de su persona”.
