ciencia y feManuel Mª Domenech Izquierdo

Embaucadores del vulgo

El Romanticismo Científico

Ludwig van Beethoven inicia su Sexta Sinfonía con esta inscripción: «Sinfonía Pastoral. Una remembranza de la vida campestre. Más una expresión de sentimiento que una pintura». Beethoven «es romántico en muchos aspectos» (38) y uno de ellos es este: la intención de una expresión de sentimiento. Podemos considerar como características románticas:

– El énfasis en el sentimiento y la imaginación, en detrimento del raciocinio y la inteligencia, y

– La exaltación de la libertad y autonomía hasta la pretensión de alcanzar lo inverosímil.

Estos rasgos se destacan claramente en cualquier género de Ciencia Ficción.

«El Romanticismo, actitud humana de una época de crisis, vivió intensamente la reacción contra una época racionalista». (39) De Igual modo como se reacciona contra el racionalismo defendiendo la autonomía de la fantasía frente al raciocinio, o como la música enfatiza la descripción del propio sentimiento, aquella representación del método científico, (40) que también es autoproyección humana reducida al sentimiento, es decir a la imaginación, vuelve a presentarse como una popular manera de entender la ciencia. Esto explica por qué, a pesar de que estaba ya demostrado y sabido que las representaciones científicas eran falsas, la divulgación científica y la enseñanza primaria reinciden en el error de imaginar arbitrariamente una realidad falsa bajo los conceptos abstractos de las leyes físicas. «La aspiración a liberar al hombre de su vida en el mundo material, la afirmación de la conciencia plena de sí como inteligencia pura y sujeto pensante, no pueden satisfacerse en la consideración de unas puras esencias inteligibles abstractas y vacías de realidad concreta. Por esto, en la historia tales sistemas racionalistas se han autodestruido casi desde su misma creación». (39) Pues bien, ocurre lo mismo en el campo científico. El vulgo no puede soportar la matemática abstracta. Y no sólo el vulgo; el gran matemático David Hilbert (1862 -1943) solía decir: «La Física se está volviendo demasiado difícil para los físicos». (41) En pleno siglo XX, cuando Ia teoría de la relatividad, la física cuántica, el principio de indeterminación, la mecánica matricial y la mecánica ondulatoria están en todos los libros de textos se pueden ver descripciones de las espirales del DNA y de sus bases con más colorido que el que hay en los juegos de construcciones con piezas de plástico para niños. (42)

La ciencia ficción es Romanticismo Científico y, de igual modo que, como explica Francisco Canals, el catolicismo de izquierdas tiene orígenes románticos, (39) el antropocentrismo autodivinizante contemporáneo se apoya en una superficial divulgación científica y en un género artístico llamado Ciencia Ficción, al que dedicaremos un apartado en este mismo capítulo.

38 Véase por ejemplo la palabra «Romanticismo» en: «Enciclopedia Teide. Arte/Geografía/Ciencia/Historia». Teide, Barcelona 1977.

39 «Cristianismo y revolución. Orígenes románticos del catolicismo de izquierdas» FRANCISCO CANALS, p. 152. Speiro, Madrid 1986

40 Véase «El proceder científico» en el capitulo «La confusión de la imagen con la idea».

41 «Die Physik wird zu schwer für die Physikern». «El mundo de la física» p. 218. Los libros del mirasol. Fabril Editora. Buenos Aires, 1969.

42 «The awesome worlds within a cell”. RICK GORE. National Geographic Vol. 150 nº 3 septiembre 1976 p. 355.