- Vencerás la dificultad, la hora baja,
el sufrimiento y la adversidad… si en
ti anida una fe probada, un gran ideal
y una voluntad recia.
- Sufrirás menos… si aprendes a encajar
los golpes; si sabes aceptarlos;
si sabes ofrecerlos. Mejorarás en calidad
la vida.
- Superarás cualquier bache, contrariedad
u obstáculo… si te has avezado
a las pequeñas renuncias, dificultades,
padecimientos, y ello día a día.
- Todo entrenamiento, en lo físico, en
lo humano, en lo espiritual… requiere
preparación, dedicación, tiempo y esfuerzo.
Nadie te regalará nada. Tarde o
temprano llegará tu hora.
- Huye de la vida demasiado fácil, de
la ley del mínimo esfuerzo, de la vida que
sólo busca el placer, lo sensual. No olvidemos
que son la carcoma de todo
vigor; aumentan el egoísmo, destruyen
la capacidad de amar – de negarse
a sí mismo- y nos incapacitan para
una vida mejor.
- Recuerda que todo lo que vale ha
pasado por el dolor, el sufrimiento. Las
viñas, los árboles, se podan y se injertan.
La forja del acero es a base de golpes.
- Los trenes corren – obligados – entre
dos raíles. Todo está mortificado,
apretado por tuercas, tornillos y soldaduras.
Casi todo ha pasado por el fuego,
la lima, el remache… Es la seguridad
para el progreso.
- Cambia tu manera de pensar… y
cambiará tu manera de vivir.
- Sufre menos quien sabe darle sentido,
trascendencia y pone amor – tal
como nos enseñó Jesús – ante cualquier
dolor, adversidad, cruz, lágrimas…
Ahí está la Vida. (Full Dominical)
