pintura-religiosa-con-paisajes-marinosIsabel

Privilegios de María

Cultivando el estudio de la Sagrada Escritura, de los Santos Padres y Doctores y de las liturgias de la Iglesia bajo la dirección del Magisterio, expliquen rectamente los oficios y los privilegios de la Santísima Virgen, que tienen siempre por fin a Cristo, origen de toda verdad, santidad y piedad. En las expresiones o en las palabras eviten cuidadosamente todo aquello que pueda inducir a error a los hermanos separados o a cualquiera otras personas acerca de la verdadera doctrina de la Iglesia. (Lumen Gentium 67)

Esperanza sobrenatural

Al mismo tiempo debemos contemplar ambas realidades con una esperanza sobrenatural. La esperanza no significa solamente estar firmemente convencidos de la verdad de las promesas de Cristo respecto a la salvación en el Cielo, sino también creer que Él nos dará los medios de alcanzar esa salvación mientras luchamos en este mundo. Cristo nos dará los medios de luchar contra el desaliento, y nos reconfortará en los momentos de abandono. Esto es particularmente importante porque viviendo en la sociedad contemporánea y observándola, es fácil caer en el desaliento y ser dominados por una sensación de abandono, incluso por parte de la Iglesia. (Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)

Isabel la Católica

Tenemos también a Isabel la Católica, «el alma más pura de Castilla», al decir de uno de sus confesores, Cisneros o fray Hernando de Talavera. La historia nos la muestra tan grande como desgraciada. Grandezas: al casarse con Fernando de Aragón promovió la unidad española y al conquistar Granada la completó. Al apoyar a Colón descubrió América, y al promulgar las Leyes de Indias estableció la legislación más humana y cristiana que se conoce. Y con su justísimo Gobierno, que premia al mérito y castiga al delito, y con su norma, gran libertad para el bien y ninguna para el mal, preparó nuestro Siglo de Oro. Desgracias: mujer de gran corazón y enamoradísima de su esposo, tuvo que sufrir sus frecuentes infidelidades. Ya cuando venía Fernando a casarse en Castilla traía disfrazada de guerrero a una amiga. (P. Jesús González-Quevedo, s.j.)

La mujer

Edith Stein

¿Qué resulta de aquí como consecuencia práctica? ¿Que todas las mujeres, para realizar su vocación, deben entrar en una orden religiosa? Ciertamente que no. Sino que la naturaleza femenina caída y degenerada sólo puede ser reintegrada en la pureza y ser llevada a la altura ética de la profesión que es inherente a la naturaleza auténticamente femenina, cuando se da enteramente a Dios. Que como madre en el hogar, o bien ocupando un puesto preeminente en la vida pública, o viviendo detrás de los muros silenciosos de un claustro, dondequiera debe ser una sierva del Señor, como lo fue la Madre de Dios, cada una sponsa Christi, cada una un apóstol del corazón divino, entonces cada una realizará su vocación femenina, igualmente, en aquella condición en que viva y en aquella actividad que externamente desenvuelva en su vida.

Placer sexual

La finalidad, pues, del instinto sexual es la comunicación de la vida, la procreación, la conservación de la especie. Por las responsabilidades, dolores y problemas que entraña una familia, Dios ha puesto en la naturaleza humana un instinto que lleva consigo un placer misterioso que invade todo su organismo psicológico y psíquico.

Con el nacimiento del germen del cuerpo, Dios crea nuevas almas.

Si el instinto tiene tan elevado destino no puede malgastarse de otra forma que no sea con la finalidad creadora. Tan gran tesoro debe usarse con moderación en el matrimonio y con total abstinencia fuera de él. Ofende gravemente a Dios quien busca el deleite carnal infringiendo las leyes divinas. (Jaime Solá Grané – La castidad, ayer y hoy)

Homosexualidad y esperanza

Un número de terapeutas han publicado numerosos trabajos sobre resultados favorables en el tratamiento del homoerotismo. Tripp prefirió ignorar la abundante literatura sobre tratamientos y encuestas de terapeutas. Trabajos de revisión de resultados del tratamiento del homoerotismo muestran que ha tenido tanto éxito como el tratamiento de problemas psicológicos similares: alrededor del 30% se siente liberado de los síntomas y otro 30%  se encuentra mejor. (Bieber 1962; Clippinger 1974; Fine 1987; Kaye 1967; MacIntosh 1994; Marmor 1965; Nicolosi 1998; Rogers 1976; Satinover 1996; Throckmorton; West). (Asociación Médica Católica – AMCA)

 

 

 

 

 

Cristiandad Reino de Cristo

No puede olvidarse que hay una lucha decisiva entre el Reino de Dios y los siete pecados capitales, fomentados por nuestra naturaleza caída y la acción diabólica. Si el Renacimiento fue una búsqueda de la naturaleza sin la gracia, la Reforma protestante una eclosión de orgullo y de pesimismo, la Revolución Francesa el trastorno de la política separada totalmente de Dios, así como el comunismo la consecuencia de una economía sin moral, y, finalmente, en nuestros días, la cultura como objeto de perversión, las consecuencias están a la vista. El Renacimiento terminó con la naturaleza sin gracia; el protestantismo, con la fe sin magisterio y pulverizada en mil sectas; el liberalismo de la Revolución Francesa, en un caos de capitalismo desenfrenado y de desórdenes sociales; el comunismo, con la mayor tiranía y esclavitud que han conocido los pueblos. Y la actual revolución cultural, en un intento de divorciar el pensamiento de Dios, en la desesperanza del existencialismo, de las drogas, de los suicidios y de la desesperación. Frente a estos fracasos, se hace más actual la necesidad del Reino de Dios, de la cristiandad, de trabajar para que Jesucristo impere en todos los hombres, estructuras y en el encuentro con la verdad y la gracia. (Mn. José Ricart Torrens)