Montserrat
Vivir para las almas
“Cuando, poco tiempo después de mis primeros votos, me enfermé y a pesar del cordial y cariñoso cuidado de las Superioras, a pesar de los tratamientos médicos, no estaba ni mejor ni peor, entonces empezaron a llegarme voces de que fingía. Y así comenzó mi sufrimiento, se duplicó y duró un tiempo bastante largo. Un día me quejé ante Jesús que yo era una carga para las hermanas. Me contestó Jesús: No vives para ti, sino para las almas. Otras almas se beneficiarán de tus sufrimientos. Tus prolongados sufrimientos les darán luz y fuerza para aceptar Mi voluntad.” Santa Faustina Kowalska, Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 67. Sigue leyendo


