Meditaciones del Padre Giovanni Salerno, msp
11ª Estación: Jesús es crucificado
V/. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
R/. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
V/. Te adoramos, Cristo Señor, y te bendecimos.
R/. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según Mateo (27, 37-42)
Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: Éste es Jesús, el Rey de los Judíos». y al mismo tiempo que a él crucificaron a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!». Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: Ji otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: jque baje ahora de la cruz, y creeremos en él».
Al ver cómo crucifican a Jesús, recuerdo a un gran número de muchachos huérfanos que en la casa de sus patronos, que se hacen llamar «tíos» o «padrinos», llevaban (y aún hoy llevan) una vida infrahumana: deben levantarse a las dos de la noche para ir a recoger leña, deben lavar manualmente la ropa de sus patronos, etc. Recuerdo a numerosas y pobres madres solteras y muchachas que son obligadas a vivir -bajo todo aspecto, aun sexual-a disposición de sus patronos por toda la vida. Más de una vez he trabajado y sufrido mucho para poder liberar a alguno de estos esclavos de sus «tíos» o «padrinos».
jCuán importante es saber anunciar el Evangelio! De veras para nosotros los Misioneros Siervos de los Pobres del Tercer Mundo es un privilegio servir a Jesús en estos pobres y especialmente hacer todo lo posible para que recobren la libertad de los hijos de Dios.
Padre nuestro…
Fae ut portem Christi mortem,
Pássionis fae consortem
et plagas reeolere.
Haz que lleve en mí de Cristo la muerte,
haz que participe de su Pasión
y sus llagas contemple.
Santa Madre, yo te ruego:
¡graba aquí en mi corazón
las heridas del Señor!
O también:
V/. Señor, pequé: ten misericordia de mí.
R/. Pecamos, y nos pesa: ten misericordia de nosotros.