Era el 13 de enero de 1863. Un alma acostumbrada a las bondades de la Santísima Virgen, fue repentinamente atravesada por un royo de la divina Claridad y al igual que S.S. el Papa León XIII, le pareció ver a los demonios esparcidos por toda la tierra causando indecibles estragos. Al mismo tiempo la Madre de Dios le dijo que había llegado la hora de rogarle como REINA DE LOS ANGELES y, pedirle que enviara legiones celestiales para combatir y aplastar los poderes del infierno.
– Madre mía, siendo Vos tan buena, no podrías enviarlas sin que os lo pidieran?
– No, la oración es una condición puesta por el mismo DIOS, para alcanzar las gracias.
– Entonces, Madre mía, desearía que Vos misma me enseñarais cómo hay que rezar.
La Santísima Virgen le dictó esta oración: «Augusta Reina» que rezan diariamente miles de «Amigos de los Ángeles» en todo el mundo, en el mes de Mayo.
En la primera tirada se rompieron las prensas tres veces. Pero gracias al impulso del venerable Padre Cestac, fundador de Ntra. Sra. del Refugio, esta oración se difundió entre los católicos del mundo entero, acompañada siempre en todas partes de grandes maravillas.
ORACION
Augusta Reina de los cielos y Maestra de los Ángeles!
Vos que habéis recibido de Dios el poder y la misión
de acabar con todas las herejías,
Os pedimos humildemente envíes las legiones celestiales
para que bajo vuestras órdenes, persigan a los demonios,
los combatan en todas partes, repriman su audacia y los arrojen al abismo.
Quien como DIOS?
Madre buena y cariñosa, Vos seréis siempre nuestro amor
y nuestra esperanza,
Enviad a los Santos Ángeles para defendernos
y rechazar muy lejos de nosotros al cruel enemigo.
Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y guiadnos.
Método fácil y sencillo para llegar a la unión con los Santos Ángeles
Al tratar de explicar la esencia de nuestra «Asociación de Amigos de los Ángeles», repetidas veces hemos escrito que no se trata de una Asociación clásica con Presidente, junta, cuotas y carnets, sino que es una ESPIRITUALIDAD, o sea, una manera o estilo de vivir todos los momentos de nuestra vida cristiana EN UNION con los Santos Ángeles. Por la mañana, al mediodía, al atardecer, nos recuerda la iglesia esta verdad con el toque del «Ángelus», en cuyo momento nos hemos de unir especialmente con estos nuestros compañeros de viaje hacia la casa del Padre. Tienen repique de predestinación las palabras de la carta a los Hebreos 1, 14, “¿Es que no son todos espíritus administradores con la misión de asistir A LOS QUE HAN DE HEREDAR LA SALVACION?”.