pensarJosé

Completar nuestra condición humana es hacerse como Dios quiere, en su voluntad y en su amor. Y la manera mejor de llegar a tanto es, exactamente, la muerte a sí mismo, la muerte de los instintos, al mundo exterior, a los sentidos, a nuestros propio interés y parecer, para perfeccionarnos con Dios, en Dios y por Dios.

Nicola Gori

La democracia nunca llegó a percibir claramente, pero sí los teóricos y los filósofos, que existe, por encima del orden político, un orden ideal que lo domina.

Álvaro D’Ors

La solución democrática renunciará a la exigencia de racionalidad de la ley, puesto que la ley se impone por la voluntad, lo mismo que podía hacer un tirano.

Álvaro D’Ors

Es una propuesta -hoy políticamente incorrecta- de volver a una democracia orgánica, según la doctrina de la Iglesia, apta para todos los hombres, con la misma naturaleza creada y todos redimidos por Cristo.

Antonio Segura Ferns

Los dogmas políticos modernos son: el dogma de la soberanía en su concepción xxxxxxxx como cualidad del Estado y raíz de estatalización del derecho y el dogma de que sólo al Estado soberano corresponde el monopolio de la creaión del derecho formulándolo en leyes; el principio dogmático de las nacionalidades; el dogma de que la ley en el Estado soberano es expresión de la voluntad del pueblo; y el dogma de que los partidos políticos son expresión del pluralismo político.

Juan Vallet de Goytisolo

En la democracia moderna, escribió Joaquín Costa hace cerca de ciento veinte años: “El país elector en el servum pecus, sin personalidad propia, que recibe credo y consigna de lo alto que obedece sin derecho en ningún caso a mandar”. Y que, una vez efectuada la elección “nada le queda ya que hacer”.

Juan Vallet de Goytisolo

La soberanía del pueblo es un sarcasmo, representa el derecho a darse periódicamente un amo que le dicte la ley, que le imponga la voluntad; la papeleta electoral es el harapo de púrpura y el cetro de caña con que se disfrazó a Cristo de rey en el pretorio de Pilatos.

Joaquín Costa

La causa de la democracia aparecería desesperada si se partiera de la idea de que puede accederse a verdades y captarse valores absolutos.

  1. Kelsen