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Imploro Tu misericordia

“Jesús, Verdad Eterna, Vida nuestra, Te suplico e imploro Tu misericordia para los pobres pecadores. Dulcísimo Corazón de mi Señor, lleno de piedad y de misericordia insondable, Te suplico por los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, Fuente de Misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores. Oh Jesús, recuerda Tu amarga Pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan Preciosa, Santísima Sangre Tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de Tu Sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores. Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la Pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia. Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios. ¡Oh, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo Tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a Tus pies para que glorifiquen Tu misericordia por los siglos de los siglos.” Santa Faustina Kowalska, Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 72.

Profunda raíz cristiana

“Un común sustrato de matriz católica, de fe común a los diversos pueblos, que demostró ya su consistencia en la capacidad de asimilar desde dentro la reforma postridentina, la renovación del Concilio Vaticano II y los impulsos madurados en Medellín y Puebla. Un sustrato que alcanzó cotas de santidad admirables en figuras tan ejemplares y cercanas a su pueblo como Toribio de Mogrovejo, Rosa de Lima, Martín de Porres, Juan Macías, Pedro Claver, Francisco Solano, Luis Beltrán, José de Anchieta, Marianita de Quito, Roque González, Pedro de Bethancur, el Hermano Miguel Febres Cordero y otros.. Un sustrato con su innegable vitalidad y juventud actual; que busca· formas eficaces de inserción en la sociedad de hoy; que aguarda una evangelización renovada y esperanzada, para revitalizar la propia riqueza de fe y suscitar vigorosas energías de profunda raíz cristiana; para que sea capaz de construir una nueva América Latina confirmada en su vocación cristiana, libre y fraterna, justa y pacífica, fiel a Cristo y al hombre latinoamericano.” San Juan Pablo II, Ante el V centenario de la evangelización de América, p. 37.

Raíces semitas de Europa

“En primer lugar hay que puntualizar, que la religión cristiana no es una religión europea. Las raíces de Europa, como suele decirse, no son cristianas. El cristianismo es una religión semítica injertada en el patrón romano. Jesús era semita, los apóstoles eran semitas y San Pablo, otro semita, importó a Roma la fe en Cristo Hijo único de Dios, impulsado por el sueño que tuvo en Misia, ciudad el Asia Menor. Pío XII recordó frente al antisemitismo de tanta gente culturalmente cristiana, que «todos somos espiritualmente semitas». Si insisto en ello, es para sugerir que el cristianismo es tan universal como pretendía serlo la contrarrevolución francesa y que el floreciente nihilismo europeo es también un nihilismo muy particular, justo por su raíz cristiana.” Dalmacio Negro Pavón, Revista Razón Española, nº 192, julio-agosto 2015, p. 16.

El cacique de los ayuntamientos

“La centralización se completa con el nombramiento de los alcaldes de Real Orden, ese escándalo de los concejales y alcaldes interinos que vienen a destruir arbitrariamente la obra de los propietarios, y hasta el nombramiento de aquellos funcionarios técnicos asalariados por el municipio, y que él sólo no puede establecer sin la aquiescencia de sus superiores jerárquicos; no hay autonomía en el presupuesto municipal, porque depende, o de la Diputación o del Gobernador; y todo se cercena, y el ayuntamiento se convierte en una rueda administrativa. Si la comisión provincial, formada de acuerdo con los caciques, llega a ser lo suficientemente poderosa, por motivos y pretextos que todos conocemos y que se filtran a través de los artículos de la Ley municipal, las elecciones se anulan y los Ayuntamientos en forma interina, se establecen, y entonces el cacique cuenta con todos los medios para oprimir a los electores, para vejarles y para falsificar la verdadera voluntad electoral.” Juan Vázquez de Mella, El Verbo de la Tradición, pp. 51 y 52.

Rey bueno o malo

“Las mayorías tienen la tendencia de elevar a un hombre tan alto (y de esto es símbolo el Trono) que frente a él desaparezcan las otras desigualdades y en cierto modo «todos sean iguales” -frente a la Justicia del Rey. ¡Paso a la Justicia del Rey!, decían en España. Mas los ricos necesitan un Rey que no los “pueda” a los ricos; o sea, que no lo sea: el Rey Constitucional, y el Presidente Coty. Y este es el fundamento filosófico de la Monarquía, fenómeno indestructible. Para obtener la Justicia, que es uno de los nombres de DIOS, parece no haber más remedio que fabricar un hombre casi-como-Dios y hacerlo gobernar en nombre de Dios. Si sale malo, eso es lo malo; pero si sale malo los antiguos siglos cristianos lo derrocaban o lo mataban»” Miguel de Ayuso, Revista Verbo, nº 535-536, mayo-junio-julio 2015, pp. 402 y 403.

La ideología no es racinal

“Como es obvio la ideología no se presenta como un pensamiento interesado. Si así lo hiciera no lograría generar, la movilización y adhesión que continuamente busca. Por ello, la ideología debe necesariamente disfrazarse de corpus racional de sistema científico que oculte tras de sí los elementos emotivos, los intereses que residen en el seno de toda ideología. Según Freund la ideología es «un pensamiento disfrazado» que trata de desentrañar ciertas ilusiones mediante el establecimiento de unas nuevas con apariencia teórica. Así lo señala también Aron aunque en clave menos maquiavélica. Para el autor francés, las ideologías tienen apariencia teórica aunque en esencia sean formulaciones emocionales. Asimismo. Van Dijk señala como la ideología funciona como marco interpretativo que sirve para legitimar o disimular una situación de dominación. La apariencia teórica de la ideología tiene una función meramente encubridora y, de ahí, que no se la puede considerar como un producto auténticamente racional.” Carlos Goñi Apesteguía, Revista Razón Española, nº 193, septiembre-octubre 2015, pp. 195 y 196.

El liberalismo es pecado mortal

“En el orden de los hechos, el liberalismo es radical inmoralidad. Lo es porque destruye el principio o regla eterna de Dios imponiéndose a la humana; canoniza el absurdo principio de la moral independiente, que es en el fondo la morral sin ley, o lo que es lo mismo, la moral libre, o sea una moral que no es moral, pues la idea de moral además de su condición directiva, encierra esencialmente la idea de enfrentamiento o limitación. Además, el Liberalismo es toda inmoralidad, porque en su proceso histórico ha cometido y sancionado como lícita la infracción de todos los mandamientos, desde el que manda el culto de un solo Dios, que es el primero del Decálogo, hasta el que prescribe el pago de los derechos temporales a la Iglesia, que es el último de los cinco de ella. Por donde cabe decir que el Liberalismo, en el orden de las ideas es el error absoluto, y en el orden de los hechos, es el absoluto desorden. Y por ambos conceptos es pecado, ex genere suo, gravísimo; es pecado mortal.” Félix Sarda y Salvany, El Liberalismo es pecado, p. 11.