Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los destructores de nuestra “casa común” que con egoísmo arruinan el futuro de las generaciones futuras. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ancianos abandonados por sus propios familiares, en los discapacitados, en los niños desnutridos y descartados por nuestra sociedad egoísta e hipócrita. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en nuestro mediterráneo y en el Mar Egeo convertidos en un insaciable cementerio, imagen de nuestra conciencia insensible y anestesiada.
Cardenal Velasio de Paolis
La Iglesia saliendo del Medioevo se ha encontrado en conflictos siempre más frecuentes con la sociedad moderna, que ha pretendido construir y proyectar su futuro solo en una dimensión terrestre y temporal , en neta oposición a la Iglesia y su misión. La concepción iluminista que ha tenido su ápice en la revolución francesa es la manifestación más evidente.
Cardenal Mauro Piacenza
El sacerdote eleva ese peso a Dios con la oración. Y es esto a lo que está llamado a hacer en la Eucaristía: la ofrenda de Cristo y de toda la Iglesia. En el instante en que eleva a Dios a Su Hijo, eleva, con el Hijo, también a toda la humanidad que, por medio del sacerdote, debe ser salvada. Sí, también por medio suyo, de su ministerio, que lo asocia íntimamente a Cristo Salvador. Esta es la oración del sacerdote. Es cierto que el único salvador del mundo es Dios, pero esta oración obtiene de Dios la salvación.
Cardenal Robert Sarah
Esta teoría aberrante y delirante de género, que se presenta -y esto es una vergüenza- como “científica”, tiene sus raíces en un humus que puede ser descrito como particularmente turbio, y de la que no voy a dudar en decir que veo la “propia mano del diablo”. ¿Cuál es la base de esta ideología y cómo podemos luchar contra ella? Sabemos por la Santa Biblia que Satanás es homicida desde el principio. (Ap. 12) ¿Pero a quién quiere matar el diablo? ¿Por qué decimos que es homicida? ¿A quién quiere matar el diablo con un tesón y un empeño que solamente terminará con la batalla final contemplada por el Apocalipsis? (Gen 1, 27) Satanás quiere destruir a Dios en nosotros, es decir, la persona humana creada a imagen de Dios.
Cardenal Stella
Debemos mantener caliente el corazón, tener fervor interior, gusto por la Eucaristía y la celebración de los sacramentos, porque si perdemos esto perdemos nuestro tesoro más grande, el amor por la vida sacerdotal.
