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Gracias para el prójimo

“Una vez el Señor me dijo: Compórtate como un mendigo que cuando recibe una limosna grande no la rehúsa, sino que más bien agradece con más cordialidad; y tú también, si te concedo unas gracias más grandes, no las rehúses diciendo que eres indigna. Yo lo sé; pero tú más bien alégrate y goza, y toma tantos tesoros de Mi Corazón cuantos puedes llevar, ya que haciendo así Me agradas más. Te diré algo más: no tomes estas gracias solamente para ti, sino también para el prójimo, es decir invita a las almas con las cuales estás en contacto a confiar en Mi misericordia infinita. Oh, cuánto amo a las almas que se Me han confiado totalmente, haré todo por ellas.” Santa Faustina Kowalska, Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 294.

Sentir como la patria

“Un progreso que fuera un invento extraordinario y que no contase con la tradición para transmitirle, moriría en el acto mismo de nacer; y una tradición que no acrecentase nada al caudal recibido indiferente a lo que exigen las nuevas necesidades, sería algo muerto y petrificado, que habría de apartar para que no obstruyera el cauce de la historia por donde corre la vida de una nación. Por eso, aplaudiendo el progreso, que no consiste más que en una perfección sucesiva, es necesario sentir como la Patria, pensar como la Patria, amar como la Patria; y para eso es preciso no desprenderse de la cadena de las generaciones y afirmar aquellos caracteres que no ha fabricado ningún político, ni ningún guerrero, que han fabricado muchas generaciones y muchos siglos en colaboración con razas pueblos distintos e influencias históricas diversas, que una creencia, que fue abrazadera de oro, juntó para que sellase nuestro espíritu con notas indelebles.” Juan Vázquez de Mella, El Verbo de la Tradición, p. 58.

Adoradores de Mammón

“Se dice, en segundo lugar, que la llegada y la presencia hispánica no tuvo otro fin superior al fin económico; concretamente, al propósito de quedarse con los metales preciosos americanos. Y aquí el marxismo vuelve a brindarnos otra aporía. Porque sí nosotros plantamos la existencia de móviles superiores, somos acusados de angelistas, pero si ellos ven sólo ángeles caídos adoradores de Mammón se escandalizan con rubor de querubines. Si la economía determina a la histona y la lucha de clases y de intereses es su motor interno; si los hombres no son más que elaboraciones químicas transmutadas, puestos para el disfrute terreno, sin premios ni castigos ulteriores, ¿a qué viene esta nueva apelación a la filantropía y a la caridad entre naciones.” Antonio Caponetto, www.statveritas, Revista Empenta, nº 99 (2º Trim 2015), pp. 24 y 25.

La oligarquía

“El imperdonable «pecado contra el Espíritu Santo» de la oligarquía consiste en su reduccionismo: sustituye la persecución del bien común por una búsqueda de la satisfacción de los intereses particulares y estrechos de una minoría de la población claramente identificada. En principio, ese ser-vicio a sí mismos, descarado y corto de miras, debería constituir un blanco fácil para el ataque de adversarios inteligentes. Pero es triste decir que históricamente eso no ha sido la norma, al menos en el mundo occidental, por razones que parecen vinculadas al siempre turbador problema del extraño misterio de iniquidad.” John Rao, Revista Verbo, nº 535-536, mayo-junio-julio 2015, pp. 449 y 450.

Imposición de la ideología de género

“Existe un general acuerdo en el mundo del pensamiento de que la crisis que Occidente padece en la segunda década del siglo XXI no afecta sólo a la economía, se trata de una convulsión que agita a la práctica totalidad de ámbitos del mundo occidental. La percepción de la caducidad y agotamiento de los modelos culturales y políticos que el siglo XX impuso en Occidente desborda los foros de pensamiento y se palpa ya en las calles de muchos países europeos y americanos, con diversas manifestaciones bien políticas o sociales. El ascenso del populismo neocomunista en Grecia y en España, la ascendente eurofobia británica, el agotamiento del papel de los partidos hegemónicos en Italia y Francia, la crisis de los consensos del 78 y la escalada nacionalista/utopista catalana en España; así como la imposición de una nueva agenda ideológica (la ideología de género) en las dos orillas del Atlántico son hechos que de algún modo alertan del fin de un modo de entender la sociedad y la política.” César Utrera-Molina Gómez, Revista Razón Española, nº 193, septiembre-octubre 2015, pp. 241 y 242.

La Iglesia libre en el Estado libre

“«El Estado como tal Estado no debe tener Religión, o debe tenerla solamente hasta cierto punto que no moleste a los demás que no quieran tenerla. Así, pues, el ciudadano particular debe sujetarse a la revelación de Jesucristo; pero el hombre público puede portarse como tal, de la misma manera que si para el no existiese dicha revelación.» De esta suerte compaginaron la fórmula célebre de: La Iglesia libre en el Estado libre, fórmula para cuya propagación y defensa se juramentaron en Francia varios católicos insignes, y entre ellos un ilustre Prelado; fórmula que debía ser sospechosa desde que la tomó Cavour para hacerla bandera de la revolución italiana contra el poder temporal de la Santa Sede; fórmula de la cual, a pesar de su evidente fracaso, no nos consta que ninguno de .sus autores se haya retractado aún.” Félix Sarda y Salvany, El Liberalismo es pecado, p. 16.

Política militar de Franco

“En forma de sinopsis, se puede decir que la política militar de Franco se concretó en cinco puntos: 1º Crear un Ejército Nacional capaz de ganar la guerra y consolidar la victoria. 2º Mantener la neutralidad armada durante la II Guerra Mundial. 3º Incorporar a España al Sistema de Defensa de Occidente frente al Comunismo. 4º Encajar a las Fuerzas Armadas en la estructuración del Régimen como Estado de Derecho. 5º Modernizar las Fuerzas Armadas y desarrollar la Industria Nacional de Defensa.” Blas Piñar Gutiérrez, Revista Razón Española, nº 194, noviembre-diciembre 2015, p. 335.