María
Escuchad ahora lo que dice Yahveh Dios: “¡Levántate, pleitea con los montes y oigan las colinas tu voz!” Escuchad, montes, el pleito de Yahveh Dios, prestad oído, cimientos de la tierra, pues Yahveh Dios tiene pleito con su pueblo, se querella contra Israel: “Pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿En qué te he molestado? Respóndeme. ¿En qué te hice subir del país de Egipto, y de la casa de servidumbre te rescaté, y mandé delante de ti a Moisés, Aarón y María? – “¿Con qué me presentaré yo a Yahveh Dios, me inclinaré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré con holocaustos, con becerros añales? ¿Aceptará Yahveh Dios miles de carneros, miríadas de torrentes de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi delito, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?” – “Se te ha declarado, hombre, lo que es bueno, lo que Yahveh Dios de ti reclama: tan sólo practicar la equidad, amar la piedad y caminar humildemente con tu Dios”. (Miqueas 6, 1-4. 6-8)
* Sigue leyendo →