El secreto de María
“Elección de la verdadera o perfecta devoción”
Hay muchas devociones a la Virgen Santísima y verdaderas: que no hablo aquí de las falsas.
Consiste la primera en cumplir con los deberes de cristiano, evitando el pecado mortal, obrando más por amor que por temor, rogando de tiempo en tiempo a la Santísima Virgen y honrándola como Madre de Dios, sin ninguna otra especial devoción para con ella.
La mujer
Edith Stein
El cuerpo y el espíritu del hombre están dotados particularmente para la lucha y la conquista: lo que corresponde a su misión primordial de dominar la tierra, de convertirse en señor y rey. De hecho él es arrastrado por el impulso de someterla cognoscitivamente, es decir, apoderarse intelectualmente; también de conquistarla como auténtica posesión y de gozar de sus bienes; y finalmente de hacerla obra propia a través de su actividad plasmadora.
El hombre nuevo democrático
Para alcanzar este grado de animalización feliz que completa la fabricación del hombre nuevo democrático es fundamental erradicar el libre albedrío. B. F. Skinner, uno de los máximos exponentes del conductismo, llegó a desarrollar técnicas de “condicionamiento operante” (en realidad ingeniería social) que permiten “programar” al hombre, logrando que su conducta se adecue a lo que el “educador” determina a priori, sin la enojosa interferencia de tribulaciones de orden ético o moral (recordemos que, según Aristóteles, lo que distinguía al hombre era la capacidad para distinguir el bien y el mal y hacer juicios éticos objetivos). Y hasta llegó Skinner a escribir una curiosa y escalofriante novela, Walden Dos, en la que se describe una sociedad utópica científicamente construida que funciona siguiendo al dedillo tales técnicas. (Juan Manuel de Prada – VERBO)
Instaurar y restaurar
Por eso, la Contrarrevolución, tiene en cuenta esa realidad de las sociedades actuales, en las que afloran por doquier los restos de la Cristiandad, y por consiguiente, no puede actuar como si se tratara de evangelizar a simples infieles o como si siguiéramos en sociedades en las que la vigencia social del cristianismo sigue siendo una realidad. Pretende reconstruir la sociedad cristiana que existió, aunque ello no significa el retorno al pasado, la mera restauración. Lo dijo San Pío X en texto sobradamente conocido, y de donde tomamos el nombre de Ciudad Católica, al señalar que era preciso una restauración y una instauración; no sólo por cambios que pudiéramos considerar circunstanciales, sino sobre todo porque como indicaba María Teresa Morán, el hecho de que aquella sociedad no hubiera sido universal y perfecta, obliga a que haya que instaurar y restaurar. (Cfr. María Teresa Morán Calero, “Los principios del orden político católico”, en AA. VV., los católicos y la acción política, Speiro, Madrid, págs. 67-68). (Estanislao Cantero – Verbo)
Mortificación
Ya el santo Job nos previno con estas palabras: «Hice concierto con mis ojos de no mirar a mujer». Sabía muy bien el viejo Job que por los ojos entran los malos pensamientos en el corazón. Y que guardando los ojos y los sentidos quedarían resguardados el corazón y el entendimiento.
Quien no quiera tener pensamientos deshonestos debe mantener los ojos castos y honestos, para no mirar lo que no es lícito desear. ¡Cuánta gente sabia, respetada por todos, ha habido que, después de años de convento, han caído por los ojos de un doncella!
San Juan Bosco inculcaba a sus muchachos que guardaran severamente los sentidos. Les decía con gracejo: «Cuando vayáis a actos religiosos en otros centros, dejad los ojos en casa. Esta mortificación es un escudo de la pureza». (Jaime Solá Grané – La castidad, ayer y hoy)
Homosexualidad y esperanza
Hubo un tiempo, no hace muchos años cuando el embarazo extramatrimonial y el aborto eran tópicos tabú, y las actitudes hacia las mujeres envueltas eran prejuiciadas y crueles. La legalización del aborto ha forzado a la Iglesia a afrontar este tema y proporcionar un ministerio activo a mujeres que se encuentran con un embarazo “no deseado” y también a las mujeres que sufran de traumatismo post-aborto. En pocos años la actitud de diócesis, parroquias individuales y los fieles Católicos se ha visto transformada, y hoy la caridad Cristiana es la norma y no la excepción. De la misma manera tienen que transformarse las actitudes con respecto la atracción por el mismo sexo, siempre que cada institución Católica haga lo que le corresponde. (Asociación Médica Católica – AMCA)
El orden natural
Indudablemente la Iglesia tiene también esta misión de defensa del hombre en sus más íntimas esencias y realidades. Dice el Beato Pablo VI: “Ningún fiel querrá negar que corresponda al magisterio de la Iglesia el interpretar también la ley moral natural. Es, en efecto, incontrovertible -como tantas veces han declarado nuestros predecesores- que Jesucristo, al comunicar a Pedro y a los apóstoles la autoridad divina y al enviarlos a enseñar a todas las gentes sus mandamientos los constituía en custodios y en intérpretes auténticos de toda ley moral, es decir, no sólo de la ley evangélica, sino también de la natural expresión de la voluntad de Dios, cuyo cumplimiento fiel es igualmente necesario para salvarse”. (3-VIII-1968). (Mn. José Ricart Torrens – Catecismo Social)
