Montserrat
Un secreto del alma
“Un secreto del alma. Vilna 1934. Una vez, cuando el confesor me mandó preguntar al Señor Jesús por el significado de los dos rayos que están en esta imagen; contesté que sí, que se lo preguntaría al Señor. Durante la oración oí interiormente estas palabras: Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios. Deseo que el primer domingo después de la Pascua de Resurrección sea la Fiesta de la Misericordia.” Santa Faustina Kowalska, Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 299.
Continuar la Historia
“Cuando la voluntad de la nación -de la nación que no es el agregado fortuito de gentes congregadas dentro de los límites variables de un territorio, sino que es el organismo moral de una serie de generaciones unidas por un vínculo espiritual interno- surge, no como la obra fugaz y pasajera de un día, no como una voluntad efímera, sino como la voluntad constante y permanente, revelada en las tradiciones perennes de la Historia, aquellas instituciones, que de esa tradición y de ese espíritu nacional se apartan, que no quieren recoger sus títulos en él, o que tratan de desviar esa corriente de sus cauces naturales, son arrolladas y arrojadas en el abismo de donde no pueden surgir de nuevo, porque se hunden para siempre, y el principio de la tradición pasa triunfante sobre sus ruinas, para continuar la Historia.” Juan Vázquez de Mella, El Verbo de la Tradición, p. 59.
España mala por católica
“No somos nosotros quienes lo notamos. Son los historiógrafos materialistas quienes han lanzado esta formidable y certera “acusación” ni España ni los países católicos fueron capaces de fomentar el capitalismo por sus prejuicios antiprotestantes y antirabínicos. La ética calvinista y judaica, en cambio, habría conducido como en tantas partes, a la prosperidad y al desarrollo, si Austrias y Ausburgos hubiesen dejado de lado sus hábitos medievales y ultramontanos. De lo que viene a resultar una nueva contradicción. España sería muy mala porque llamándose católica buscaba el oro y la plata. Pero sería después más mala por causa de su catolicismo que la inhabilitó para volverse próspera y la condujo a una decadencia irremisible.” Antonio Caponetto, www.statveritas, Revista Empenta, nº 99 (2º Trim 2015), p. 25.
Leyenda negra antiespañola
“Aquí de nuevo se aprecian los elogios a la acción política de la Corona hacia los indígenas, que respondió siempre según Solórzano a ese espíritu pacífico que él preconizaba salvo en el caso antes citado. Alega en favor de esta tesis las múltiples ordenanzas, cédulas u otras disposiciones dictadas por los monarcas de los siglos XVI y XVII sobre el buen trato a los indígenas. Hoy pueden consultarse en la Recopilación de las Leyes de Indias de 1680, para castigo de los adalides de la leyenda negra antiespañola.” Carlos Pérez Feránez-Turégano, Revista Razón Española, nº 193, septiembre-octubre 2015, p. 249.
Oligarquía plutocrático-ideológica
“En suma, la sociedad moderna está diseñada por una oligarquía conjunta, cuyas dos facciones componentes ceden algo, consciente o inconscientemente, para avanzar en sus objetivos particulares. A pesar de su cooperación, históricamente demostrable, ambas también han demostrado su capacidad para llevar a la otra por un camino por el que no quería ir. Los plutócratas, reconociendo su necesidad de una tapadera intelectual eficaz, a menudo han sido conducidos, por su confianza en los oligarcas de la palabra, a apoyar políticas naturalistas más amplias cuya lógica no previeron y que podían incluso -como, por ejemplo, con el comunismo- llevarlos a su propia destrucción.” John Rao, Revista Verbo, nº 535-536, mayo-junio-julio 2015, p. 452.
Catolicismo liberal
“Si bien se considera, la íntima esencia del Liberalismo llamado católico, por otro nombre, llamado comúnmente Catolicismo liberal, consiste probablemente, tan sólo en un falso concepto del acto de fe. Parece, según dan razón de la suya los católico-liberales, que hacen estribar todo el motivo de su fe, no en la autoridad de. Dios infinitamente veraz e infalible, que se ha dignado revelarnos el camino único que nos ha de conducir a la bienaventuranza sobrenatural, sino en la libre· apreciación de su juicio individual que le dicta al hombre ser mejor esta creencia que otra cualquiera. No quieren reconocer el magisterio de la Iglesia, como único autorizado por Dios para proponer a los fieles la doctrina revelada y determinar su sentido genuino, sino que, haciéndose ellos jueces de la doctrina, admiten de ella lo que bien les parece, reservándose el derecho de creer la contraria siempre que aparentes razones parezcan probables ser hoy falso lo que ayer creyeron como verdadero.” Félix Sarda y Salvany, El Liberalismo es pecado, p. 17.
Franco y Hitler
“Entre 1936 y 1939 España recibió y agradeció la ayuda de Hitler, pero Franco mantuvo su independencia, palpable por ejemplo en sus condiciones ante el Pacto Anti-Komintern. Que se repetirían cuando para Hitler llegó el momento de cobrarse la ayuda en Hendaya. Suárez recoge todos los detalles de la doble conversación entre el Caudillo y el Führer en la frontera francesa, y el claro juicio del barón de Las Torres, testigo presencial: «Mi impresión, como español, no puede ser mejor, pues conozco a los alemanes y sus procedimientos y teniendo en cuenta la fuerza que hoy tienen, dominando Europa entera, la actitud del Caudillo no ha podido ser más viril ni más patriótica ni más realista, pues se ha mantenido firme ante las presiones justificadas o no del Führer y ha pasado por alto, con la mayor dignidad, los malos modos al no ver satisfechos los deseos del Führer-Canciller”.” Fernando Paz Cristóbal, Revista Razón Española, nº 194, noviembre-diciembre 2015, p. 370.