Padre Manuel Martínez Cano, mCR

El Papa francisco ha dicho: “lo que me gustaría dejar en cada lugar cristiano, en cada familia cristiana, en cada pueblo cristiano es la conciencia de que el espíritu del mundo no es de Dios, es la antítesis de Dios”. Y nos alerta para que la “mundanidad no nos corrompa”. Mundanidad que dice el Papa empieza con el amor desordenado al dinero, sigue con la vanidad, continua con la soberbia y, después, todos los demás vicios. Es una síntesis de la bandera de Satanás de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

La bandera de Cristo, Sumo Capitán y Señor nuestro es la perfección cristiana. En el tercer preámbulo, san Ignacio dice que en esta meditación debemos pedir “conocimiento de los engaños del mal caudillo, y pedir ayuda para Sigue leyendo →

Padre Cano, m.C.R.

Ir contracorriente es permanecer fieles a la doctrina perenne de la Iglesia. Vivir como Jesucristo nos enseñó.

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A la mujer adúltera, Jesús le dice: «vete y no peques más». En estado de pecado mortal no se puede comulgar.

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En el decurso de la Historia, hombres y mujeres han cambiado de costumbres, vestidos, peinados… Lo del transexualismo no es histórico.

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Da pena ver como los hombres y mujeres buenos, se dejan arrastrar por ideologías malsanas y frívolas. No captan la realidad de las cosas. Viven en un mundo imaginario donde no utilizan ni la razón ni la fe.

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La familia es la cédula fundamental de la sociedad y de la Iglesia. Los enemigos de la Iglesia y de la sociedad cristiana quieren corromperla.

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No se puede decir que es cultura aquello que no está fundamentado en la verdad y el bien.

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Una sociedad permisiva con el aborto, el sacrilegio, la eutanasia, la esclavitud sexual etc. no es humana, es satánica.

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Lo he leído y lo hago mío: «La democracia es un trasto viejo e inútil que hay que arrumbar».

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He leído la Regla de San Benito, escrita en el siglo sexto. Es de una actualidad luminosa. Sencillo: la verdad siempre es verdad.

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«Nuestros negocios» temporales son importantes. El único necesario es nuestra eterna salvación.