chispicasPadre Martínez Cano, m.C.R.

El obispo santo, valiente y sabio, Monseñor José Guerra Campos, dijo y lo cumplió fielmente hasta la muerte: «Jamás cerraré mi boca ante una sociedad que rechaza el terrorismo y reclama el derecho de matar a los niños». El cardenal Carlo Caffarra, ha dicho: «Ay de nosotros si el Señor nos reprendiera con las palabras del profeta: perros que no habéis ladrado… frente a estos hechos (defender la vida) no hay mayoría que pueda hacerme callar. En caso contrario sería un perro que no ladra».

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San Marcos dice en su Evangelio que el Señor: «llamó a los doce y los fue enviando de dos en dos, dándole autoridad sobre los espíritus inmundos» (Mc 6, 7)… “Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban» (Mc 6, 12-13).

¿Demonios? Sí, lo dice Dios. Así lo enseña la Iglesia de Cristo. Pero es normal, oír a exorcistas y sacerdotes sabios que hay sacerdotes y obispos que no creen en la existencia de los demonios. Son herejes.

Por otra parte las personas que han vivido en ese perverso mundo del satanismo, nos dicen que son muchos los demonios que andan por el mundo, «rugiendo mirando a quien devorar».

Los demonios existen. Y el infierno eterno también. Con la ayuda de Dios y la protección de la Virgen Santísima, los discípulos de Jesús serán felices eternamente en el Cielo.

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Me ha dicho un sabelotodo de este mundo que Dios no existe, que el materialismo demuestra científicamente que no hay Dios. La ciencia nos dice que tenemos que ser ateos.

Le pedí que me dijera cuales son los principios de la ciencia del materialismo. Y mutis, pero no se bajó del burro  el sabiondo.

Alfredo Kastler, Premio Nobel de la física: «La idea de que el mundo, el universo material, se ha creado a sí mismo, me parece absurda. Yo no concibo el mundo sino con un creador por consiguiente, Dios. Para un físico un solo átomo es tan complicado, supone tanta inteligencia, que un universo materialista carece de sentido”.

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Hay quienes, para ellos, lo importante es «parecer» no «ser». Lo importante es parecer que uno es santo, no el ser santo.

Para estas personas lo auténtico es inauténtico, lo falso es lo verdadero. Van por el camino de la degradación personal. Debemos ayudarles con nuestras oraciones y atenciones, para que vuelvan a la realidad de la vida. Que es muy hermosa.

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No se ven políticos de vocación que trabajan por el bien común. Sólo vemos políticos de nómina, que viven muy bien del cuento de caperucita y el lobo.

Viven del cuento y de la mentira. Engordando más y más sus nóminas con el dinero de los trabajadores y los empresarios. Lo dicen los expertos.

Vivamos en la verdad de Cristo: Da paz y gozo.