El secreto de María
Así como por María, vino Dios al mundo la vez primera en humildad y anonadamiento, ¿no podría también decirse que por María vendrá la segunda vez, como toda la Iglesia le espera, para reinar en todas partes y juzgar a los vivos y a los muertos? Cómo y cuándo, ¿quién lo sabe? Pero yo bien sé que Dios, cuyos pensamientos se apartan de los nuestros más que el Cielo de la tierra, vendrá en el tiempo y en el modo menos esperado de los hombres, aun de los más sabios y entendidos en la Escritura Santa, que está en este punto muy oscura.
Pero todavía debe creerse que al fin de los tiempos, y tal vez más pronto de lo que se piensa, suscitará Dios grandes hombres llenos del Espíritu Santo y del espíritu de María por los cuales esta Divina Soberana hará grandes maravillas en la tierra para destruir en ella el pecado y establecer el reinado de Jesucristo su Hijo sobre el corrompido mundo; y por medio de esta devoción a la Santísima Virgen, que no hago más que descubrir a grandes rasgos, empequeñeciéndola con mi miseria, estos grandes personajes saldrán con todo. (San Luis Mª Grignion de Montfort)
La mujer
Edith Stein
Ahora es un camino normal para la mujer que puede consagrarse únicamente al servicio del Señor y, en este servicio, desarrollar múltiples actividades. El mismo San Pablo, en cuyos escritos encontramos fuertes influencias de la concepción veterotestamentaria, dijo expresamente que, según su pensamiento, es bueno para la mujer y para los hombres el casarse, pero que el no casarse es mejor, y subrayó, alabando, las diversas actividades desarrolladas por las mujeres al servicio de la primera comunidad sacerdotal.
Contradicciones del populismo
De cuanto hemos dicho surgen los mil límites del populismo. Recoge muchas teorías políticas modernas, con todos sus errores, parece contener una denuncia contra los mismos, pero no logra encontrar el camino de la política, la vía para la superación de sus contradicciones y sus peligros. La fascinación que ejercitan las diversas formas de populismo y los distintos regímenes que “alimentan”, tanto en Europa como en América, evidencian una exigencia: la de volver a descubrir la política como ciencia (ética) y arte del bien común, que Miguel Ayuso entiende con razón es “un oficio del alma”. Ésta es una necesidad tanto para los pueblos como para la política. Pero es una necesidad, sobre todo, para el hombre. (Danilo Castellano – VERBO)
Contra las tentaciones jaculatorias
Una noche, después de las oraciones, sugirió el Santo a sus jóvenes qué medios eran necesarios para mantener la pureza. «Familiarizarse con el uso de las jaculatorias. Cuando os sintáis tentados volved en seguida vuestros ojos a María y exclamad ¡María, mi querida Madre, socorredme! O también recitad la oración que pone en nuestros labios la santa Iglesia: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de la muerte. O bien haced la señal de la Santa Cruz que está muy descuidada por algunos cristianos y no se le da la debida importancia. Yo os aseguro que, si en aquel momento pedís por uno, el Señor os dará por diez.
Si aún queréis más, pedid esta virtud en la Santa Misa. ¡Mirad! Ya desde los orígenes del Oratorio establecí que, al llegar la misa a la elevación, cesara todo rumor, cantos y oraciones vocales. ¿Queréis que os diga por qué? Precisamente para que cada uno, en aquel momento precioso, tuviese la comodidad de pedir al Señor sin distracciones la virtud de la modestia. Creedme, si pedís al Señor esta gracia en aquel instante solemne, ¡seguro que el Señor os la concederá! (Jaime Solá Grané – La castidad, ayer y hoy)
La única solución
Miguel Ayuso, presidente del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II y de la Unión Internacional de Juristas Católicos, que prolongó la anterior explicando el callejón sin salida de la libertad religiosa en nuestros días. Pues, sea cuando se pretende “hacer una causa común de las religiones”, como cuando se “busca refugio tras la muralla de la laicidad”, se trata de una estrategia perdedora para la Iglesia. En el primer caso, pues se aprovechan las sectas y en particular, en nuestros días, la mahometana. En el segundo, pues no se pone coto al avance de la secularización. La doctrina católica tradicional de la res pública christiana permanece mientras tanto abandonada cuando constituye la única solución. (Crónicas – VERBO)
Homosexualidad y esperanza
Kaye: Finalmente, tenemos indicaciones de optimismo terapéutico en el tratamiento psicoanalítico de mujeres homosexuales. Encontramos, a grandes rasgos, un 50 % de probabilidades de mejoría significativa en mujeres con este síndrome que buscan tratamiento y lo siguen.
Maclntosh interrogó a psicoanalistas que informaron que de 824 pacientes hombres vistos por 213 analistas – 197 (23.9%) cambiaron a heterosexualidad, 703 se beneficiaron significativamente con el tratamiento; y de las 391 pacientes mujeres vistas por 153 analistas – 79 (20.2°/o) cambiaron a heterosexualidad, 318 recibieron beneficio terapéutico significativo. (Asociación Médica Católica – AMCA)
Mayorías y minorías
Y Pedro acierta no porque sea minoría, sino porque es fiel al Espíritu Santo. Jesús añade: “¿No he elegido yo a los doce? Y uno de vosotros es un diablo. Hablaba de Judas Iscariote, porque éste, uno de los doce, había de entregarle” (Jn. 6, 70-71). Aquí resplandece la verdad que exponemos. Hay una mayoría que se equivoca, Pedro -minoría- que es iluminado sobrenaturalmente, y Judas -minoría- que entregará a Jesús y será el traidor. La Iglesia no funciona con la dialéctica de las mayorías y minorías, con las encuestas, con los movimientos de opinión formados de la manera que sea. La Iglesia no está fundada sobre la cantidad, sobre el número, sobre el materialismo, sobre los sufragios. La Iglesia no es democrática, según el idioma utilizado en la jerga política. Vive y se identifica con la Iglesia aquel que realmente está atento a las “palabras de vida eterna”. Toda otra aplicación es profanar el misterio divino de la Iglesia. (Mn. José Ricart Torrens – Catecismo Social)
